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Debutantes y muy enchufados

  • Miroslav Djukic no duda y da la primera titularidad a Edimar y Bebé, recién llegados a la entidad cordobesista Ambos completan los 90 minutos, dejando muy buenas sensaciones

Miroslav Djukic le dio la batuta la pasada semana a Florin ante el Granada y la jugada le salió genial. Ayer el serbio no dudó tampoco y dio la alternativa a Edimar y Bebé, que se estrenaron también a lo grande en Primera División. Estos dos jugadores, recién fichados en este mercado invernal, llegaron la pasada semana a Córdoba y poco han tardado en hacerse con un hueco en el once del preparador balcánico.

A pesar de que llevan pocos entrenamientos en el CCF, ambos salieron de inicio y completaron un partido brillante. Además, se les vio muy enchufados y dejaron muy buenas sensaciones.

La conexión Edimar-Bebé fue total, ya que la banda izquierda fue cosa de ellos dos. El brasileño, cedido por el Chievo Verona, acompañó en la zaga a Crespo, Pantic y Campabadal. Ordenado atrás, no dudó en subir su banda e incluso probar fortuna de cara a la portería defendida por Toño. Su tiro salió desviado, pero lo importante es la intención. Bien colocado, no tuvo excesivos problemas con Kakuta, al que maniató bien. Edimar se desfondó durante 90 minutos en los que no bajó el pistón, aunque se le notó la falta de rodaje en la recta final del encuentro. Aún así, no se le puede achacar nada. Su derroche físico fue descomunal.

Algo parecido le sucedió a Bebé. Impetuoso, habilidoso y muy rápido, a pesar de su gran envergadura. El delantero luso, cedido por el Benfica, jugó escorado a la izquierda, misma posición en la que actuó el lesionado Ghilas ante el Granada. Con 24 a la espalda, el portugués fue todo un incordio para la defensa vallecana. Tito sudó la gota gorda con un jugador que dio un plus más al ataque blanquiverde. Sus ganas por agradar le costó muy pronto una amarilla por una falta sobre Baena. Apercibido antes del primer cuarto de hora, pero eso no inquietó a Bebé, que desbordó, chutó y mereció el premio del gol. Sólo la mala fortuna impidió que se estrenase marcando en Vallecas. Lo probó hasta con un tiro lejano de una falta que sacó Toño como pudo. Todo un cañón.

No sólo aportó en ataque, ya que el portugués también ayudó a Edimar en defensa, tapando las internadas de Quini. Además, con su gran zancada, se iba del todo el que le salió a su paso, plantándose en un abrir y cerrar de ojos ante Toño. La falta de fuerzas le causó estragos en los minutos finales del partido, pero dejó muy buen sabor de boca en su estreno.

Con la llegada de Edimar y Bebé, el CCF gana potencia y fuerza física. En plenitud de garantías, ambos jugadores deben dar un salto de calidad a un equipo que por fin salió de los puestos de descenso. Este CCF mola mucho.

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