Tres semanas después de lograr el ascenso en el Estadio de Gran Canaria, el Córdoba vive inmerso en la planificación de la campaña de su regreso a Primera División, que echará a andar el próximo lunes con el inicio de los entrenamientos a las órdenes de Albert Ferrer. Con cinco incorporaciones ya confirmadas (Deivid, Fidel, López Garai, Fede Cartabia y José Carlos) y la rampa de salida dispuesta para ver despedirse a varios integrantes del plantel, la dirección deportiva sigue peinando el mercado en busca de al menos siete fichajes más que den un salto de calidad al grupo. Porque Pedro Cordero y el resto de técnicos tienen muy claro qué es lo que quieren y dónde deben ir a buscarlo. La idea es que esta semana, la última de vacaciones de la plantilla, lleguen varios componentes más para que el cuerpo técnico sepa desde el comienzo con qué elementos cuenta para esta nueva aventura en la élite.

Las reuniones entre los responsables deportivos recién finalizado el play off para dibujar el nuevo CCF revelaron todas las necesidades de un equipo que peleó sin holgura en Segunda pese a lograr el ascenso. Cordero y Ferrer, junto a sus colaboradores, dispusieron que el plantel tenía que reforzarse en todas sus líneas, desde la portería hasta la delantera, si bien hasta la fecha el núcleo duro de los refuerzos han llegado para el centro del campo, con matices más o menos ofensivos.

Ferrer tiene actualmente tres cancerberos en nómina, pero está claro que no acaban de transmitir confianza para la élite. Parece claro que Saizar, Juan Carlos o Razak saldrán y que llegará un portero para ser titular. El problema es que los tres tienen contrato en vigor, hasta 2016 el primero y sólo un año los otros dos. El sevillista Javi Varas ha sido ya vinculado, así como Barbosa (Las Palmas) o Falcón (Hércules).

En la defensa, Deivid ya ha llegado para reforzar el centro, pero no quedará ahí la cosa. Con los hermanos Cruz, Fran y Bernardo, en la rampa de lanzamiento para seguir creciendo en Segunda, llegarán un par de centrales más. Han sonado el serbio Stefan Mitrovic (Benfica) y el marroquí Zou Feddal (Parma), que arribarían a El Arcángel en calidad de cedidos. En cuanto a los laterales, es obligado el fichaje de un hombre para la derecha, posición ahora mismo huérfana dado que Gunino terminó su préstamo y Campabadal no cuenta, mientras que para la izquierda Pinillos ha convencido y se perfila como titular, con Raúl Bravo esperando su oportunidad desde el banquillo. El valenciano, por cierto, tiene dos años más, pero estaría dispuesto a perdonar uno de ellos para facilitar su salida.

En la medular, una vez confirmada la cantada continuidad de Aritz López Garai, Ferrer dispone de cuatro mediocentros, incluidos Luso, Abel y Caballero. Viendo que éste último aún debe finalizar la fase de recuperación de su lesión de rodilla, y que el resto son más de corte defensivo, todo hace indicar que el CCF incorporará al menos uno de perfil organizador, sin descartar un nuevo pivote de destrucción que pudiera provocar alguna salida más en una demarcación para la que Obiora ya sabe que no tiene sitio.

Donde más se ha movido la entidad blanquiverde hasta el momento es en la línea de desestabilización, donde han llegado tres jugadores con claro perfil de mediapunta con libertad de movimientos: Fidel, que es el más extremo, Fede Cartabia y José Carlos. Esta acumulación de hombres deja en una posición delicada la continuidad de Pedro, con un puñado de propuestas para jugar en Primera al margen de la renovación por el Córdoba, y Uli Dávila, cuyo agente ya ha reconocido que "las negociaciones están estancadas" ahora mismo por las altas pretensiones económicas del Chelsea. Porque los blues no están dispuestos a desprenderse del mexicano, con contrato hasta 2016, pero exigen el pago de toda su ficha: 1,2 millones. Además, en las últimas horas ha salida el nombre del sevillista Rabello, que no cuenta para Emery.

En lo que respecta a la referencia ofensiva, Ferrer ahora mismo sólo tiene a Xisco y Arturo. Está claro que vendrá al menos un delantero más con aires de titular para tratar de aportar los goles necesarios para la permanencia.