No tiene el nombre ni la historia del Deportivo, pero está metido en la misma pelea que los gallegos, en esa lucha por el ascenso que para unos es obligación y para otros, simple recompensa. Es el Eibar, sin lugar a dudas la revelación de la temporada, un rival sin nombre que no debe confundir a nadie. El partido del domingo es, si cabe, aún más importante que el librado ante el ahora líder hace diez días. Es un ensayo de cara al play off, una prueba de madurez para el CCF y su afición ante el que ahora mismo sería el rival en esa primera eliminatoria de camino hacia Primera. Porque el cuadro armero es tercero y los blanquiverdes son sextos. ¿La diferencia entre ambos? Su rendimiento a domicilio, cifrado en los cinco puntos de renta que los vascos tienen sobre los de Villa, pues como locales los dos tienen unos registros idénticos. Ah, por cierto, en la primera vuelta el resultado fue un pírrico 1-0 merced al tanto de Urko Vera en el alargue, un dato a tener en cuenta a la hora de mirar el average particular que este curso se antoja clave.

En el campeonato más encarnizado que se recuerda, El Arcángel vive este domingo otro examen. No sólo para el equipo, sino para el cordobesismo en general. Después de la fiesta, aguada al final, vivida ante el Deportivo, ahora hay que volver a dar la talla. Toca olvidar la frustración de entonces y resetearse. Los precios invitan a volver al estadio -la entrada más barata es de sólo 4,80 euros- para ver lo más parecido a un partido de play off. Una batalla que tiene de todo y en la que el CCF está obligado a vencer por múltiples motivos: volver a mostrarse sólido en casa, devolver la confianza a su parroquia, sentirse ganador ante un rival de su misma liga, resistir entre los seis primeros...

A pesar del último revés casero, el CCF se mantiene como conjunto más sólido ante los suyos, con 23 puntos sobre 33. Curiosamente es el mismo registro que el propio Eibar, el Sabadell y la Ponferradina contabilizan también en sus estadios, si bien apenas los catalanes se asemejan en el balance realizador a los blanquiverdes. Porque el éxito de los de Villa en El Arcángel se fundamenta especialmente en su fortaleza defensiva. Un arma que los armeros también han hecho suya cuando salen de Ipurua con resultados sobresalientes (quinto mejor fuera de casa y tercero menos goleado, tras el Depor y el Lugo). Tanto que habita en lo alto de la tabla pese a ser un recién ascendido.

Este planteamiento dibuja un encuentro aparentemente cerrado, a pesar de que el estilo de ambos pasa en la pizarra por mantener la pelota y apretar lejos de la portería propia. Luego, con el balón en los pies, normalmente la cosa es bastante diferente. Aunque no fue así en la primera vuelta, donde el CCF estuvo mejor en la parte inicial, si bien como suele ser habitual no supo decidir, y luego acabó encerrado por el empuje local. Al final, decidió un suplente como Urko Vera en el descuento tras una pérdida en la salida de Luso, en lo que fue el primer sofocón en los epílogos, mal tantas veces repetido. Pero aquello ya es historia, aunque el domingo deba ser presente para hacer que El Arcángel bulla como en las grandes tardes, soñando con el día en que el premio en juego sea el ascenso.