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Esnáider, números de revulsivo imperfecto

  • El argentino es uno de los tres casos de relevo de técnico este curso en la Liga Adelante en los que el sustituto empeora los datos de su predecesor

Siete partidos después de su llegada al banquillo, Juan Esnáider no ha ejercido como el revulsivo que buscaba el club tras la destitución de Rafael Berges. Los números refuerzan las sensaciones hasta convertirlas en una realidad que deja en entredicho la decisión del club de ratificar y confirmar al argentino en el cargo para la próxima temporada. "Viene con hambre", dijo el presidente en la presentación del técnico, pero los datos le han quitado la razón tras bregar "con un torito" al que no ha sabido sacarle ninguna faena.

En los siete partidos que lleva en el CCF, Esnáider ha sumado sólo siete puntos, merced a dos victorias (ante Las Palmas, cuando los canarios se quedaron con nueve hombres a los 20 minutos y ante el colista Xerez) y un empate frente al Huesca. Lo demás han sido derrotas frente al Hércules, Ponferradina, Sporting y Recreativo. Con un 33% de los puntos en juego (7/21), Esnáider no mejora los números de Berges, que fue cesado en la jornada 33 cuando el Córdoba sumaba 47 puntos (46.7%). Sólo si ganara los dos últimos partidos le alcanzaría para mejorar los registros del cordobés, pues alcanzaría un estéril 48%.

Berges, destituido tras la dolorosa derrota en Guadalajara, dejó al Córdoba noveno a siete puntos de la zona de play off. Esnáider llegó con el objetivo aún vivo dispuesto a jugársela "en nueve finales", pero a falta de dos jornadas el equipo ha bajado hasta la undécima posición a diez puntos de la fase de ascenso, un objetivo perdido virtualmente desde hace semanas.

Los números sólo confirman que Esnáider no ha cumplido con el objetivo que le trajo el club. A las frías cifras se suman sus bandazos en las alineaciones, la incapacidad para encontrar un once tipo y sus veladas críticas a una plantilla "con la que no puedo llevar a cabo la idea de equipo que tengo". Comentarios como el del pasado domingo tras la derrota ante el Recre, en las que lamentó que sus jugadores no tuvieran "más ganas de ganar" sólo añaden más puntos de fricción a una relación que alcanzó su punto culminante con la monumental bronca que se escuchó en el vestuario al término del choque del Colombino. Antes, Esnáider pidió al presidente más rigor en el control de la disciplina de un grupo que esta semana se ha quedado sin día libre, un ligero castigo que llega demasiado tarde.

Ese análisis podría resultar demasiado localista, hecho con las luces cortas, pero la comparativa con los otros relevos en los banquillos ejecutados esta temporada en la Liga Adelante desnuda aún más el nulo efecto revulsivo de Esnáider. De los ocho equipos que esta campaña han cambiado de entrenador, sólo tres han visto como el nuevo técnico empeoraba los números del anterior. Esnáider es uno de ellos, compartiendo el dudoso honor con Carlos Ríos (al frente del colista y ya descendido Xerez) y Onésimo (técnico de un Murcia que podría sellar este domingo su regreso a Segunda B).

Ríos sustituyó a Esteban Vigo en la jornada 26, cuando el malagueño sólo había sumado 22 de los 78 puntos en juego (28.2%). El relevo no sirvió de nada, pues el Xerez siguió inmerso en su racha de 25 jornadas sin ganar y ha dejado los números del nuevo entrenador en cinco puntos sobre 42 (apenas un 12%). Por su parte, Gustavo Siviero fue despedido en el Murcia en la jornada 24, cuando los pimentoneros estaban fuera de la zona de descenso con 27 puntos sobre 72 (37.5%). Onésimo ha dirigido 16 partidos en los que sólo ha sumado 14 puntos (29%), metiendo al Murcia en descenso y dejando su puesto pendiente de un hilo.

Justo delante de ellos está Esnáider con su 33% de puntos, y a partir de ahí todos los sustitutos que han llegado esta temporada a los banquillos de Segunda mejoran las cifras de sus predecesores.

Los casos más destacados son los de José Ramón Sandoval (Sporting) y Quique Hernández (Hércules).En El Molinón comenzó el curso Manolo Sánchez, cesado en la jornada 9 con el equipo rozando la zona de descenso con ocho puntos (29.6%). Desde la llegada de Sandoval el conjunto asturiano inició una remontada que lo llevó cerca de la zona de play off, aunque finalmente se ha conformado con una cómoda salvación tras sumar 47 de los 93 puntos disputados bajo su mando (50.5%, más de 20 puntos porcentuales mejor que su predecesor en el cargo). Por su parte, Quique Hernández suplió a Juan Carlos Mandiá, que tras diez jornadas tenía al Hércules metido en puestos de descenso con ocho puntos (26.6%). La llegada del ex entrenador del CCF sirvió de revulsivo para los alicantinos, que ya están matemáticamente salvados tras conseguir 42 de los 90 puntos disputados con el técnico de Anna (46.6%).

Igual de espectacular pero con más trascendencia es el caso del Villarreal. Julio Velázquez fue destituido en la jornada 21 cuando los castellonenses llevaban 32 puntos, más del 50%, pero eso no era suficiente para un equipo hecho para ascender a Primera. Su puesto fue ocupado por Marcelino García Toral, que en 19 partidos al frente del Villarreal ha sumado 39 puntos, un registro del 68% que ha llevado al cuadro amarillo hasta ocupar puesto de ascenso directo.

Incluso en dos equipos como Huesca y Racing que esta semana pueden certificar su descenso el relevo en el banquillo ha tenido más efecto que en el CCF. En El Alcoraz despidieron a Antonio Calderón tras 17 jornadas en las que los aragoneses sólo sumaron 16 puntos (31.3%). Tras la interinidad de Royo (dos derrotas en dos partidos) llegó el veterano Jorge D'Alessandro, que no ha podido enderezar el rumbo a pesar de que en 21 jornadas ha sumado 25 puntos sobre 63, un 39.6%. La historia del Racing es aún más paradigmática, porque aunque el equipo sigue en el pozo, los dos cambios de entrenador han servido para mejorar las cifras del técnico saliente. Empezó la temporada Fabri, despedido tras 17 jornadas con sólo 14 puntos (27.4). Su recambio fue José Aurelio Gay, que dirigió a los cántabros entre las fechas 18 y 28. En esos 11 partidos sumó 13 puntos (39.3%), que no levantaron el vuelo de los santanderinos y que no le valieron la continuidad. Entonces llegó Alejandro Menéndez, en el cargo desde la jornada 29. Desde entonces lleva 12 partidos en los que ha sumado 15 puntos (41.6%), siempre mejorando las cifras de su predecesor, pero sin llegar a sacar al Racing del pozo.

Todos esos datos confirman el suspenso de Esnáider, un entrenador que llegó en busca de un milagro y que acabará el curso con la nota de revulsivo imperfecto.

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