La preocupación porque el caso de Joselu se convierta en una reedición del protagonizado hace dos temporadas por Díaz de Cerio empieza a sobrevolar seriamente El Arcángel. El delantero onubense se quedó fuera de la convocatoria ante el Barcelona en una nueva muestra del peso de protagonismo que está experimentando en los planes de Berges, algo que alimenta los rumores acerca de una posible salida en el mercado invernal.

Que Joselu no está respondiendo a las expectativas es algo que no se le escapa a nadie. El atacante andaluz llegó cedido el pasado verano por el Villarreal tras una temporada en la que brilló a caballo entre el filial y el primer equipo amarillo. Con el conjunto de Segunda División hizo 11 tantos que le abrieron las puertas de la primera plantilla, azotada por una plaga de bajas. Once partidos en Primera e incluso tres en la Champions (ningún gol) lo convirtieron en una pieza apetecible para todos los equipos de Segunda. Finalmente el CCF se llevó a una de las jyas del mercado, y lo presentó como referencia ofensiva en su primera incorporación estival.

Pero su rendimiento no fue el esperado desde el inicio. Salvo el estreno en Murcia, Berges apostó por un único delantero, y en esa batalla Patiño le ganó el puesto haciendo que sus apariciones fueran esporádicas, siempre saliendo desde el banquillo y sólo como titular en la Copa. La irrupción de Rennella en el equipo le hizo perder aún más puntos para el técnico, debido a su evidente baja forma y al aumento de la competencia.

Su oportunidad llegó ante el Barcelona B, cuando una lesión de Pepe Díaz le permitió jugar el partido casi completo y marcar el que hasta ahora es su único gol del curso. Ese partido supuso un cambio de esquema para Berges, que a partir de ahí optó por jugar con dos delanteros, una pareja que habitualmente formaron Joselu y Rennella. Pero la paciencia del técnico acabó en la undécima jornada (1-1 en Sabadell). Ésa fue su última presencia en el once, con una nula producción ofensiva que en los siguientes compromisos le llevó a chupar banquillo, con apenas unas cuantas apariciones (desafortunadas) como suplente que no sirvieron para que las cosas cambiaran tras sus apariciones en 11 partidos (614 minutos).

El colmo llegó ante el Sporting, cuando Berges apostó en un último cambio por Ayina -que hasta entonces sólo había jugado un minuto en Liga- antes por el onubense. El francés también tuvo tres minutos ante el Barça mientras Joselu estaba en la grada, una situación que puede volverse insostenible.

Ayer mismo, el presidente Carlos González dijo en la Cadena Cope que "en el mercado invernal intentaremos reforzar el equipo. Es una decisión del míster y del cuerpo técnico". La primera opción es un delantero que palie la falta de gol del equipo, y diciembre abre puertas de entrada, pero también de salida.

Algo similar se vivió en enero de 2011 con Díaz de Cerio, entonces cedido por al Athletic en unas condiciones leoninas para el CCF, que tenía que hacerse cargo de una parte de su sueldo -se habló de 400.000 euros- más una penalización de 4.000 más por cada partido que el delantero no jugara más de 45 minutos. La operación fue ruinosa para el Córdoba y para el jugador, que se tiró una primera vuelta casi en blanco hasta que en Bilbao se cansaron de la situación. El delantero, que vino como estrella del segundo proyecto de Lucas Alcaraz, regresó a San Mamés en enero e incluso tuvo minutos en Primera sustituyendo a Fernando Llorente. Fue sólo un espejismo, porque luego volvió a bajar un escalón para jugar en Segunda con el Numancia y ahora con el Mirandés.

Si nada cambia, Joselu puede seguir el mismo camino dentro de unas semanas. Si hay que hacer sitio en la delantera, el onubense tiene todas las papeletas para salir.