El Córdoba B se adjudicó en la noche de ayer la Copa Diputación con todo merecimiento después de ganar al Pozoblanco por 1-2 en un encuentro trepidante y de desenlace incierto hasta el final. Un partido digno de haber sido el último de un torneo que, esta temporada, ha resultado tan apasionante como sorprendente y competido.

El equipo de Pedrito jugaba con el factor campo en contra toda vez que era el Municipal de Pozoblanco el lugar donde se disputaba el evento. Eso sí, evidenció un conocimiento perfecto tanto del rival (compañero en Tercera) como de la peculiar idiosincrasia de un encuentro de tales características. Toda una final.

El partido se complicó bastante casi desde el principio, después de que el pozoalbense Alberto hiciera casi recién salidos ambas escuadras de los vestuarios (minuto dos) el 1-0 en un lanzamiento magistral de falta que se coló por la meta defendida por Jesús.

Los blanquiverdes se enchufaron al partido en la segunda mitad, sobre todo tras entrar Rubén en ese entreacto.

Joki hacía a placer el 1-1 tras un centro raso y bien medido de Rubén, que verdaderamente revolucionó el encuentro y fue clave en el cambio de signo del choque.

Antes de la media hora del segundo acto Manu Leal anotaba el segundo y definitivo tanto, que llevaba la copa a tierras capitalinas. A partir de entonces, la defensa de los cordobesistas funcionó a la perfección.