Deportes

"Daría muchas cosas por vivir lo del año pasado"

  • Cristian García (21-12-81, Tarrasa) vuelve a sentirse uno más en la plantilla blanquiverde. Ya ha dejado atrás la lesión que le ha tenido parado un año y ahora sólo piensa en "disfrutar, seguir jugando y sentirme útil".

Ni a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera... Tras muchos intentos, por fin aparece al otro lado del teléfono. La idea era hablar con él cara a cara, pero la falta de comunicación del club lo hizo imposible. Después de aprovechar la mañana libre -el equipo se ejercitó ayer por la tarde- para hacer alguna compra mientras el niño está en la guardería, Cristian García se dispone a charlar del pasado, el presente y el futuro, tanto personal como colectivo. Tras un año "eterno" que ya ha quedado en el olvido con las apariciones en los duelos ante el Elche, en Copa, y el Girona, el catalán está dispuesto a "luchar por jugar en el Córdoba de titular". Entre otras cosas porque se siente "en deuda" con al entidad por la que estaría dispuesto a "dar muchas cosas" con el tal de jugar nuevamente por el ascenso a Primera División.

-Ante todo, enhorabuena por su vuelta a los terrenos de juego.

-Después de tanto tiempo sin jugar, volver a poder disfrutar del fútbol, volver a jugar y encima conseguir dos goles... Si hubiera tenido que escribir un guión no hubiera sido tan perfecto.

-Usted mejor que nadie sabe lo largo que puede hacerse un año.

-Se hace eterno. Son 365 días que estás ahí lesionado, viendo a tus compañeros disfrutando de la profesión. Ha sido largo, pero ya se sabía que era una lesión grave de ligamento cruzado y que había que tener paciencia para recuperar bien para esta temporada.

-Septiembre se va a convertir en un mes fetiche para usted.

-En los dos últimos años he tenido uno amargo y otro dulce. El amargo fue el día del Numancia que caí lesionado (día 10 de 2011) y el dulce la vuelta a una competición oficial con el Córdoba (12 de 2012) y lo que supuso, con el gol y poder pasar a la siguiente ronda de la Copa del Rey.

-Ese día volvió a sentirse futbolista, pero el sábado dio un paso más. Ya se sintió importante.

-Ya dije que la Copa era una oportunidad del míster a la gente que estaba entrenando bien para que presentara su candidatura a entrar en el equipo titular de Liga e intenté aprovecharla. Luego, el sábado contra el Girona, me tocó entrar en el once y sólo me queda agradecer la confianza que el míster ha tenido en mí. Yo venía de haber sido titular y haber jugado mucho en Segunda División y pasarte un año en blanco se hace duro, pero hay que trabajar para tener esa oportunidad e intentar aprovecharla.

-Por cierto, una duda: ¿un defensa disfruta más marcando un gol o salvando una ocasión?

-Hoy en día a los laterales se les pide ser muy ofensivos. Pero la primera premisa para los defensas es defender y luego atacar. Si somos capaces de tumbar dos o tres goles durante el año, bienvenidos sean, pero la primera premisa es defender. Y también te sientes orgulloso como el sábado de dejar la portería a cero y conseguir la victoria.

-En ese tiempo parado, ¿qué se le pasa a uno por la cabeza?

-Se pasan muchas cosas. Nunca he tenido una lesión grave en mi carrera deportiva y se te pasan muchas cosas. Se te pasa si vas a poder ser el mismo, como antes de la lesión, pero ahí tenemos la experiencia de mucha gente se ha lesionado la rodilla y ha vuelto al mismo nivel o mejor. Sólo es cuestión de echarle muchas horas, tener gente que te apoye y conseguir el objetivo, que no es otro que intentar ser el de antes. Pero son son muchas horas de trabajo y mucha gente que te aguanta. A la familia y los amigos que son capaces de aguantarte en los malos momentos son a los que doy las gracias ahora en los buenos.

-Imagino que eso serviría también para reforzar la unión con parte del vestuario.

-Sería injusto señalar sólo a uno, pero con el que más horas he pasado es con Víctor Núñez, que ha sido mi recuperador. También señalar al doctor Bejarano y a los fisios Mariano Mansilla y Tochu, que también me han ayudado. Pero el que más horas ha pasado dentro de una piscina, corriendo, es Víctor.

-El club no dudó ni un segundo en renovar a usted y Jaime (Astrain). Eso debe ayudar también a ver las cosas más claras.

-Nada más lesionarme me llamó el presidente para decirme que estaba automáticamente renovado, que ellos confiaban en mí y que estuviera tranquilo para recuperarme de la lesión porque ya llegaría mi momento. Que un club se porte así con un futbolista, hoy en día como está el fútbol, es de agradecer. Uno se siente en deuda con todos los estamentos del club y no queda más que intentar hacerlo bien y demostrarles que no se equivocaron al darme otra oportunidad.

-Este año vuelve a acabar contrato. Se oyeron voces de un posible nuevo contacto.

-Antes de la lesión siempre uno está preocupado de esas pequeñas cosas, pero la lesión te cambia mucho el pensamiento, tanto a nivel familiar como a nivel deportivo. Ahora quiero disfrutar, seguir jugando al fútbol, sentirme útil y hacer bien las cosas para demostrar que no se han equivocado conmigo. Lo que tenga que ser será, pero estoy muy a gusto en este club, en el que a todo el mundo le gustaría seguir porque es uno de los grandes de Segunda División.

-Volvamos al fútbol. Su entrada el otro día fue una sorpresa más por el que salía que por usted.

-Está claro que hay un duro competidor en el lateral derecho como Fernández, que el año pasado hizo un gran año, pero para que entre uno tiene que salir otro. Es normal que la gente no se esperara el cambio, pero yo trabajo día a día para ponérselo difícil al míster que es el que decide. Somos muchos en la plantilla, estamos a disposición del míster y en cada partido se requieren unas cosas. Pero yo creo que la competiencia en sana para sacar lo mejor de los dos y jugará el que el míster decida.

-Fernández es la apuesta de futuro del club, acaba de renovar y su potencial es grandísimo. ¿Se ve más quitándole el sitio o?

-Lo que me gusta e intento conseguir es estar en el equipo titular, me da igual donde. Está claro que Fernández es joven, tiene una progresión importante, pero yo voy a luchar. Ya dije al principio de año que partía de cero, que salía en desventaja, pero voy a luchar por jugar en el Córdoba de titular.

-La temporada pasada la vio toda desde la grada. ¿Es mejor esta plantilla que la anterior?

-Yo creo que los dos años son totalmente diferentes, la exigencia el año pasado no era la misma que este año, han venido jugadores importantes, pero también se han ido... Las comparaciones son odiosas. Este año es un reto dificil en el que queremos hacer cosas importantes con el Córdoba. Tenemos 8 puntos, ahora tenemos una visita difícil a Villarreal y creo que no hay que comparar. Ya al final de Liga se verá si hemos conseguido los objetivos.

-Ahora mójese un poco. ¿En qué ha ganado y en qué ha perdido el equipo?

-El dato más significativo es que, aunque a día de hoy no sabemos lo que va a pasar, se fue un futbolista como Borja que anotó 19 goles y eso es muy importante para un equipo porque te da muchos puntos. Veremos si al final hay algún futbolista que los ha podido conseguir, pero Borja metió 19 goles que son números espectaculares. Yo creo que la confianza del equipo es grande después del último año que hicimos. El equipo sale reforzado por la manera de jugar y los objetivos que tiene y, además, se mantiene el bloque, el núcleo gordo del equipo, que sabe cual es el objetivo. Es el mayor valor de este equipo.

-Habla de objetivos, pero ¿cuál se ha marcado en la caseta?

-El objetivo de todos es el día a día. Marcarse objetivos a largo plazo en la jornada 5 es desvirtuar el futuro porque no sabemos lo que va a pasar. Llevamos seis jornadas, hemos pasado una ronda de Copa, tenemos 8 puntos y no nos marcamos más allá del Villarreal. Todo lo que no sea eso sería equivocarnos y meternos en una vorágine que no nos interesa.

-¿Entiende que se le exija tan pronto al equipo?

-Es normal. El año pasado se hizo un buen año y yo como aficionado siempre le exijo lo máximo a mi equipo, que es ganar y marcar unos objetivos claros porque voy al campo a disfrutar y a ver ganar a mi equipo. Es normal que la afición sea exigente, más con la masa social que tenemos; estamos metiendo diez mil, once mil espectadores en El Arcángel, por lo que estaríamos entre los cinco primeros de Segunda. Entonces, la exigencia es máxima, pero la gente debe entender que la Segunda División, como se ha vivido aquí en Córdoba, siempre ha sido muy difícil y que nosotros vamos a ser lo máximo por quedar lo más arriba posible.

-Usted estuvo no hace mucho en Cádiz, donde la exigencia también es máxima. ¿Córdoba o la Tacita? ¿Con cuál se queda?

-He vivido situaciones de todo, en el Cádiz tanto de ascenso como de descenso, y son muy parecidas. El fútbol andaluz es muy pasional, se siente mucho al equipo y la exigencia es máxima. Córdoba, por lo que he vivido el año pasado y lo que he visto desde fuera, es exigente porque tiene una masa social grande y eso trae exigencia, y lo veo bien. Es gente que apoya al equipo con su abono y quieren lo máximo, pero deben entender también que esto es un juego con muchas variantes que hacen que todo no se base en lo meramente futbolístico.

-Su último recuerdo de allí fue un descenso. Imagino que aquí soñará con un ascenso para quitarse esa espina.

-Tengo 30 años, llevo nueve temporadas en Segunda División y me encantaría. Tras perderme el año pasado lo bonito de jugar un play off y luchar por eso, daría muchas cosas por volver a vivir lo del año pasado y para eso trabajamos. Me gustaría conseguir ese objetivo.

-Sería, sin lugar a dudas el mejor regalo para una afición que está en disposición de pedir porque da mucho más.

-Está claro que la mayor alegría para todo aficionado del Córdoba sería que su equipo ascendiera, pero esto es largo, llevamos cinco jornadas, quedan muchísimas. Yo soy de los que piensa que a la afición no hay que pedirle nunca nada, sino darle; y yo creo que el equipo por ahora le está dando y ellos están respondiendo.

-Suerte para el futuro.

-Muchas gracias.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios