balonmano lDivisión de Honor Plata

Sólo queda la paciencia

  • El Pozoblanco mejora, pero paga un mal inicio con la derrota ante el Adelma

No hubo sorpresa. La resaca de otros tiempos en Pozoblanco hace que los equipos vengan al Juan Sepúlveda a por todas, sin fiarse de un rival que es joven pero con ambición, y que ayer volvió a caer en un nuevo capítulo de una temporada convertida en un sufrimiento permanente.

Y es que el nombre no se pierde tan fácil, y Pozoblanco es como una de esas plazas que aunque ahora no tengan las figuras de antes en sus carteles sí conserva su historia aún reciente. Cierto es que estos años de atrás había muchas rodilleras y vendajes propios de jugadores veteranos. Este año hay tupés y mechas propios de un equipo adolescente, pero con futuro si es paciente. Ayer a los de Magí les falló el inicio, donde el Adelma dio un achuchón para marcar la diferencia que conservó hasta el final.

A pesar de ello, el Pozoblanco luchó con una defensa abierta que por momentos se le atragantó a los cántabros. En los malos momentos, acudieron al rescate dos jugadores hasta ahora inéditos, el meta Carreño y el lateral catalán Xiscu, que se lo quieren poner difícil a su técnico. Por contra, preocupa y mucho que el argentino Robert siga sin encontrar ese duende de la pretemporada. Ni con su peña despertó, dejando todo el lucimiento para el argelino Said, al que ayer sólo le faltó jugar de portero.

El Pozoblanco siempre fue por detrás en el marcador aunque nunca tiró la toalla, pero remontar ante el tercero de la tabla era poco menos que imposible con lanzadores como Kavolius, Kraucevicius o Herrero Lon, sin olvidar a Villamarín, que ayer hizo 20 paradas, más del 50% de lo que le llegó.

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