"Una imagen vale más que mil palabras". El alcalde, Andrés Ocaña, recurrió ayer a este dicho popular para intentar describir el espectáculo de luz y sonido en los jardines del Alcázar, un montaje que ayer por la noche se estrenó rodeado de una gran expectación debido al secretismo con el que el proyecto se ha gestado en las últimas semanas. Y la espera mereció la pena.

Con los muros centenarios del Alcázar como el mejor de los escenarios posibles, alrededor de 300 privilegiados asistieron por primera vez a la proyección del montaje, en el que la música del guitarrista Vicente Amigo tiene un papel fundamental. El recorrido comienza en el patio Mudéjar, donde una proyección hace un resumen gráfico por la historia de la ciudad sin olvidar a sus protagonistas. Séneca como personaje ilustre de la Córdoba romana y el obispo Osio como cabeza visible del Medievo están presentes en un relato, que incluye referencias al Gran Capitán, Fernando III El Santo, Averroes o Maimónides, protagonistas de la historia de una ciudad que queda presentada, de esta manera, como "la luz de las culturas". El caleidoscopio de retratos termina con miradas de lienzos de Julio Romero de Torres y con una lluvia de flores sobre el lienzo sur del patio, una referencia al Mayo Festivo y a la cultura de los Patios.

El espectáculo continúa con un paseo por los jardines al ritmo de varias composiciones de Vicente Amigo, como la muy popular Tres notas para decir te quiero -de su disco La ciudad de las ideas- o Alcázar, la única compuesta específicamente para la ocasión. Los momentos más vistosos del montaje tienen lugar en la zona de los estanques, donde los saltos de agua y los juegos de luz animaron  a muchos de los presentes a echar mano de las cámaras de fotos para inmortalizar el momento.

Al acto asistieron numerosos cargos políticos y representantes institucionales, como la delegada del Gobierno, Isabel Ambrosio, o el rector, José Manuel Roldán Nogueras.

Tampoco faltaron portavoces de asociaciones culturales y de colectivos empresariales, como el responsable de los comerciantes de la Judería, Vicente Muñoz. 

"El resultado es una maravilla", resumió el empresario, que confió en que la iniciativa ayude económicamente al sector del turismo. "Los comerciantes de la Judería nos vamos a volcar con la promoción, porque merece la pena que todo el mundo vea este espectáculo", resumió Muñoz.

La directora de los museos municipales, Mercedes Valverde, también habló con entusiasmo. "Es un espectáculo extraordinario que potencia el Alcázar y nos conciencia de que nos encontramos en un edificio vivo que tenemos que seguir, restaurando, estudiando, limpiando...". Valverde recordó que el Alcázar, el único edificio del gótico civil de toda Andalucía, queda "revitalizado por la acción del agua y la luz", aunque invitó a "no quedarse ahí", sino a ir un paso más allá de las luces y los sonidos para dejarse arrastrar por las sensaciones. El concejal de Ferias y Festejos, Marcelino Ferrero, fue uno de los muchos capitulares que asistió al Alcázar: "Ha sido muy bonito, muy interesante, una maravilla. Me ha encantado. Y la música es demasiado, del gran maestro Vicente Amigo", dijo al final del recorrido, que tiene una hora de duración.

La oferta nocturna actual de la ciudad era impensable hace apenas un año, cuando las conversaciones entre el Cabildo y el Ayuntamiento para poner en marcha El alma de Córdoba en la Mezquita-Catedral avanzaban a duras penas. El programa se completa con el espectáculo ecuestre de Caballerizas Reales y, en un futuro, con visitas nocturnas a Medina Azahara, una iniciativa en la que ya trabaja la Junta, gestora del yacimiento arqueológico. 

Queda aún pendiente de resolver cómo se compaginarán los diferentes pases y cómo se cuadrarán los horarios para evitar que se solapen. La delegada de Cultura del Ayuntamiento, Rafaela Valenzuela, consideró ayer que "lo ideal" sería que un plan turístico coordinara la programación "para que las visitas no coincidan en el tiempo". El presidente de la Asociación de Vecinos Alcázar Viejo, Javier Sotomayor, abogó por crear un "pase" para que los turistas tengan la posibilidad de asistir a los montajes en los distintos monumentos y animarlos así a que pernocten en la ciudad.