La Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara se sumó ayer a las críticas lanzadas por el consejo de distrito sureste acerca del proceso que ha seguido el Ayuntamiento para llevar a cabo el proyecto del avión cultural, también conocido como DC-7 o proyecto Circular. El presidente del colectivo, José Rojas, quiso dejar claro que la entidad no está en contra del proyecto, sino básicamente en las formas seguidas, ya que el Consistorio "no ha incluido el recorrido participativo recogido en el Reglamento de Participación Ciudadana, que no se ha cumplido en este tiempo".

Rojas aseguró que la actitud con la que el Ayuntamiento ha desarrollado este proyecto -valorado en 80.000 euros, aunque sin incluir el mantenimiento ni la vigilancia del artefacto- "ha generado el malestar" en el seno de la federación "porque no se ha cumplido el reglamento". Es más, Rojas incidió en que este hecho ha provocado "el bloqueo entre ambas instituciones" y también ha causado la dimisión de la presidenta del distrito sureste, Dolores Luengo.

"Un proyecto innovador de estas características requiere, al menos, la información mínima de aportación a los vecinos del distrito", consideró Rojas, quien resaltó que desde el Ayuntamiento se ha recibido información escasa al respecto, lo que ha provocado que el distrito sur haya mostrado su rechazo al proyecto.

Las asociaciones de vecinos del distrito sureste ya indicaron que "este avión carece de significación alguna con este entorno" y calificaron de "un caprichito en plena crisis".

El Balcón del Guadalquivir fue el último lugar al que tuvo que recurrir el Ayuntamiento, después de que los vecinos del Vial Norte rechazaran el avión en su entorno, al igual que los residentes del parque de Miraflores.

La aeronave acogerá exposiciones temporales, intervenciones o conferencias; es decir, que se convertirá en un contenedor cultural en el que se celebrarán todo tipo de actividades de carácter cultural. El colectivo de artistas denominado DC-7 se encargará de la gestión de este equipamiento, que tiene como objetivo potenciar el arte contemporáneo local y que contará con ocho pantallas de plasma en los laterales y tres abatibles.

El Ayuntamiento recibió el avión, un antiguo Douglas DC-7, de manos de su propietario. Durante este tiempo, la aeronave se ha estado preparando en el aeropuerto para su nueva utilidad.