El Área de Infraestructuras eliminará del proyecto de remodelación del Parque Cruz Conde el pavimento de taquete de hormigón que ha simbolizado la oposición de una plataforma ciudadana a una actuación que pretendía adecuar los caminos interiores de la simbólica zona verde. Después de abrazos al parque y jornadas de riego, así como la entrega de 5.000 firmas contra el proyecto por esta entidad ciudadana, el equipo de gobierno ha formalizado una alternativa que se anunció el pasado viernes en la comisión de seguimiento del proyecto y que, en principio -dice el Ayuntamiento-, no ha recibido críticas de forma que la obra pueda terminarse en paz.

La mayor novedad es el uso de Aripaq, un producto comercial (en realidad, una marga registrada de una empresa filial del Grupo Entorno) que propone la realización de pavimentos que parecen naturales, que no lo son pero que se realizan con determinadas herramientas ambientales. El edil de Medio Ambiente, Francisco Javier Cobos, explicó que responsables municipales han visto el pavimento en zonas verdes del municipio de Sevilla y que les ha convencido. Se trata de un paso intermedio entre lo que reclamaba la plataforma y lo que quería el Ayuntamiento.

Aripaq, dice la página web de la empresa que lo comercializa, es un producto que consiste, fundamentalmente, en áridos procedentes de demoliciones así como de restos de hormigón a los que se les aplica un tratamiento estabilizante a base de restos de vidrio, también producto del reciclaje. El resultado es un suelo granulado como el que existe en el parque del Retiro de Madrid, que se utiliza en senderos de jardines, vías verdes y carriles bici. La empresa que lo comercializa tiene tres tipos en función del grosor del granulado, lo que condiciona la apariencia final. Se puede extender tanto manualmente como por medio de las técnicas habituales de nivelación que se utilizan en la obra pública. Según las especificaciones del fabricante, se coloca una capa de zahorra sobre el terreno natural y se extiende la mezcla, a ser posible sin que llueva en los dos primeros días. Según el edil de Medio Ambiente, se trata de un material duradero, impermeable, que no permite que aparezcan malas hierbas y, además, que cuenta con las garantías de movilidad. "Se trata de un producto recomendado por la Fundación ONCE", dijo Cobos. Además, permite su uso por vehículos ligeros, lo que no impide la circulación de bicicletas o la entrada de la maquinaria de servicio.

Los delegados de Medio Ambiente e Infraestructuras defendieron ayer este cambio de forma que el proyecto se lleve a efecto sin problemas, "ya que todos los argumentos en contra han desaparecido". De hecho, los responsables del proyecto se han planteado la posibilidad de utilizar la coloración del nuevo pavimento (se vende en amarillo, terrizo, tostado, rojo y gris) de forma que se señalicen, usando colores diferentes, las zonas de paseo y las que conforman el circuito de atletismo. El cambio de pavimento no genera alteraciones en el presupuesto, según el Consistorio. Se aplicará en los caminos interiores, uno que cruza de Norte a Sur y otro de Oeste a Este.

El equipo de gobierno ha anunciado en la comisión de seguimiento la inversión de 120.000 euros para comprar más pies de árbol con los que repoblar la zona. La plataforma también había criticado que el proyecto municipal hacía disminuir la masa forestal del Parque Cruz Conde.