La prostitución callejera sigue siendo una realidad en Córdoba. Pero durante los últimos meses la situación se ha visto agravada con la aparición de nuevos puntos en los que se ejerce esta actividad. En estos momentos, la zona en la que más ha aumentado la presencia de prostitutas es el polígono de la Torrecilla, concretamente, en las rotondas de entrada a este área industrial. La Asociación de Propietarios y Empresarios de los polígonos industriales Amargacena-La Torrecilla (Apreama) exige medidas urgentes para conseguir una solución efectiva de lo que consideran un problema. Su presidente, Francisco Pérez, aseguró a El Día que la presencia de prostitutas en los accesos al polígono "está dañando" la imagen de sus empresas y la llegada de clientes. "Comprendemos la situación de muchas de estas chicas, pero no podemos continuar soportando su presencia en el entorno de nuestros negocios porque nos asusta cómo va a afecta esta situación a la marcha de nuestros negocios", insistió Pérez.

Las quejas por parte de los empresarios han aumentado durante los últimos meses, apuntó el presidente de Apreama, sobre todo de los dueños de los negocios más próximos al punto en el que suelen estar las prostitutas. Por ello, los representantes de los empresarios tienen previsto reunirse a principios del próximo mes de septiembre con el concejal de Seguridad y Tráfico, José Joaquín Cuadra, y con la Subdelegación del Gobierno. Pérez adelantó que en estos encuentros tienen como objetivo encontrar una solución para atajar el problema. Según la opinión de los empresarios, la vía más eficaz radica en la prohibición a través de la imposición de multas, tomando como ejemplo Granada. En esta ciudad andaluza, desde el pasado mes de noviembre, el Ayuntamiento multa con sanciones de entre 750 y 3.000 euros la prostitución callejera, dependiendo de la zona donde se practique. Dicha prohibición se estipula en los artículos 54 y 55 de una ordenanza que también regula la música o los mimos callejeros. Esta normativa considera "muy grave" las conductas tipificadas si se realizan "en espacios situados a menos de doscientos metros de distintas zonas residenciales, centros educativos o cualquier otro lugar donde se realice actividad comercial o empresarial alguna". La falta leve -es decir, la que implique ser multada fuera de esa distancia- conlleva multas de hasta 750 euros. La muy grave, de 3.000 euros. El mismo texto establece que las multas pagadas por las prostitutas se destinarán a programas sociales.

Con respecto a este asunto, Pérez informó de que llevarán a cabo varias gestiones para estudiar si la seguridad privada del propio polígono puede tener competencias para actuar contra la presencia de las prostitutas.

Pero el problema no se enclava únicamente en este punto de la ciudad. El final de la avenida del Aeropuerto es otra de las zonas en las que los vecinos han comenzado a detectar la presencia de chicas ejerciendo la prostitución. Uno de los habitantes de una barriada próxima a este nuevo foco de prostitución, cuya identidad prefiere mantener en el anonimato, asegura que durante los últimos meses ha aumentado notablemente la presencia mujeres ejerciendo la prostitución, sobre todo nacionalidad rumana. No obstante, insiste en que es la policía la que debe de poner freno a esta situación, puesto que "los que llevan hasta allí a las chicas son mafias muy peligrosas y los vecinos no podemos actuar ante esto".

Otro de los puntos más conocidos por la prostitución callejera es El Arenal, donde cada noche varias chicas ejercen dicha actividad. Los vecinos de las barriadas más próximas han denunciado en varias ocasiones esta realidad, pero hasta el momento todo continúa igual y sin respuesta por parte de las autoridades.