Córdoba

"Hay muchos abogados jóvenes que ni siquiera son mileuristas"

  • Tras un lustro de ejercicio, Berta Aparicio ha sido elegida presidenta de la Asociación de Abogados Jóvenes, desde donde intentará facilitar el trabajo a sus colegas.

Con sólo 28 años, Berta Aparicio lleva ya a sus espaldas un lustro de ejercicio de la Abogacía. Natural de Córdoba, es hija del prestigioso letrado Filomeno Aparicio. "Mi padre es un apasionado de la profesión y yo he vivido muy cerca del despacho desde niña. Pero lo cierto es que una no tiene ni idea de cómo va la profesión hasta que no se sienta en el escritorio", revela. Berta Aparicio fue nombrada la semana pasada presidenta de la Asociación de Abogados Jóvenes, un colectivo al que pertenecen automáticamente durante una década todos los letrados recién licenciados hasta cumplir los 40 años.

-¿Cuál es el objetivo principal que persigue desde su cargo?

-Lo fundamental es acercar la agrupación a los abogados que están empezando, que sientan que tienen un respaldo importante y que no se encuentran solos, porque es una profesión muy complicada. Muchas veces surgen cuestiones absurdas que no tienen nada que ver con la jurisprudencia pero que también son importantes, porque estamos en un sector muy protocolario y muy estricto. El otro día, por ejemplo, nos llamaba una chica que no sabía qué tipo de ropa tenía que llevar al acto de la jura y, claro está, eso no viene en un manual. Queremos centrarnos en las dudas y los problemas reales, aunque sean pequeños. Desde cómo se minuta hasta qué pasa con la ejecución de una sentencia o cómo se realiza un presupuesto. Son cuestiones prácticas del ejercicio.

-¿Le resulta complicado a un joven empezar en este mundo?

-Es muy difícil. En Córdoba todavía se ejerce la Abogacía de confianza. Cuando el cliente llama a la puerta, nunca espera que le abra un rostro joven, sino que desde el principio se imagina un abogado mayor, con experiencia. Y eso es un plus de dificultad para los que empezamos.

-En numerosos sectores profesionales hay muchos jóvenes que tienen dificultades para llegar a fin de mes. ¿Tienen los abogados este problema o son ajenos a la estrecheces?

-Hay muchos abogados jóvenes que ni siquiera son mileuristas. Es muy complicado mantenerse. No vendemos un producto inmediato, y cualquier ciudadano quiere resolver su problema de inmediato. Así que entiendo que cada vez más profesionales se planteen la abogacía por cuenta ajena. Y muchos otros nos buscamos medios con seguros sociales, asesoría...

-Los recién llegados, además, no pueden acceder al turno de oficio...

-Ése es uno de los principales caballos de batalla de nuestra asociación, porque hasta que no se tienen tres años de experiencia se está fuera del turno de oficio. Así que a veces te queda esperar a que a algún conocido le pase algo para que te llame al despacho.

-¿Cómo recuerda el primer caso de su responsabilidad?

-Lo viví con una histeria tremenda. Era un juicio por una falta de injurias, dos vecinos que se habían dicho tonto el uno al otro. La vista oral se celebraba un lunes y me pasé todo el fin de semana metida en el despacho, fueron dos días muy intensos. Y cuando entré a la sala me encontré con un fiscal que había sido profesor mío en la Escuela de Prácticas Jurídicas. Sentí más nervios todavía. Y lo cierto es que todavía me intimida entrar a la sala de vistas.

-Los dos anteriores presidentes de la asociación fueron hombres. ¿Se siente todavía el machismo en la Justicia?

-Todavía está presente, aunque hay muchas compañeras que han abierto un camino muy importante y en mi generación se ha superado. La Fiscalía ya está llena de mujeres, pero en la Audiencia Provincial todavía no tenemos a ninguna magistrada, y eso evidencia la diferencia que todavía hoy sigue existiendo.

-Los jueces han convocado una huelga la próxima semana para exigir al Gobierno y a la Junta de Andalucía una reforma integral de la Administración de Justicia. ¿Padecen también los abogados el colapso de los tribunales?

-Por supuesto. Frente al resto de operadores jurídicos como funcionarios o fiscales, estamos obligados a dar la cara ante nuestros clientes. Y a una persona que ha empezado un pleito en 2006 no se le puede decir que será indemnizado en 2012 porque hay muchos otros casos esperando. Somos un nexo y tenemos que justificar esa situación.

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