El paro, como no podía ser de otra manera dada la coyuntura económica, creció a lo largo de 2008 y la capital cerró el año con 5.823 desempleados más -hasta los 33.032-, lo que supone un incremento del 21,4%, según el informe del Mercado de Trabajo en la Ciudad de Córdoba que elabora el Instituto Municipal de Desarrollo Económico (Imdeec). Esta subida, a pesar de mostrar la debilidad de la economía cordobesa debido a la crisis, es la más suave, junto con Cádiz, de la registrada en todo el territorio andaluz. La capital gaditana experimentó el año pasado un incremento del 15,5%, lo que la convierte en la ciudad de la comunidad autónoma donde menos personas se han apuntado a las listas del paro a lo largo de 2008. El resto de capitales han estado por encima de las tasas registradas por Cádiz y Córdoba. Especialmente relevante es el caso de Almería, donde el desempleo ha experimentado un crecimiento del 46,4%, según el informe del Imdeec.

Es cierto que esta subida es menor que la que se da en el resto de capitales andaluzas, pero es que hay que tener en cuenta que tanto Córdoba como Cádiz ofrecen cada mes los peores datos de empleo de Andalucía. Córdoba, sin ir más lejos, está considerada zona de Actuaciones Integrales Preferentes para el Empleo (Atipe) y Cádiz soporta importantes déficits estructurales en la generación de empleo. Por ello, el punto de arranque de la situación del paro en ambas ciudades es mucho peor que en el resto de la comunidad. Eso atenúa el ascenso del porcentaje de subida con respecto a la del resto de las capitales, que gozan de una economía más estable.

Estos datos vienen a completar la también negativa Encuesta de Población Activa (EPA) que publicó el viernes el Instituto Nacional de Estadística (INE). En este informe quedó de manifiesto que la provincia ha alcanzado su récord histórico en cuanto al desempleo, pues ya son 73.600 los cordobeses que buscan un trabajo. Esto refleja lo grave de la crisis económica que está atravesando el país y que tiene sus consecuencias más negativas en la pérdida de puestos de trabajo y, por tanto, en la debilidad de la economía de miles de familias que tienen dificultades para llegar con liquidez a final de mes.

El paro masculino es el que más se ha resentido por la caída de la construcción, un sector que emplea casi exclusivamente a este segmento de la población. El año pasado se cerró con 14.416 hombres parados en la capital, un 42% más que hace 12 meses. Las mujeres tampoco se escapan a esta debacle, pues el desempleo femenino ha crecido un 8% hasta las 18.616 paradas. Este incremento responde a la necesidad de la mujer de buscar un puesto para obtener un sueldo fuera de la casa y paliar así los efectos de la crisis. Además de la construcción, los servicios han sido protagonistas en este aumento del paro. Este sector, que estaba aguantando el tirón, finalmente se ha venido abajo y ha contribuido a que se engorden las listas de desempleados. Según los datos del Imdeec, el perfil del parado en la ciudad de Córdoba es el de una mujer de entre 25 y 44 años con estudios secundarios. La mayoría de los demandantes habían trabajado antes en el sector servicios y el de la construcción, y ahora buscan un empleo que sea de larga duración para superar la crisis.