La Acampada Dignidad ha retomado con fuerza las protestas por el retraso en la cesión del colegio Rey Heredia y ayer volvió a trasladarse a la puerta del Ayuntamiento, en la calle Capitulares, para reivindicar de nuevo agua para el centro social que han instalado allí. La consecuencia más grave y directa del corte del suministro es que Sanidad ha obligado al cierre del comedor social que daba de comer a unas cien personas diariamente. El colectivo está muy molesto por esta medida y ayer trasladó la actividad de este comedor al Ayuntamiento, de manera simbólica. No es la primera vez que lo hacen y en la primera ocasión incluso llevaron las ollas del guiso al Centro de la ciudad, mientras que la puesta en escena de ayer fue algo más comedida. El objetivo, no obstante, es el mismo: exigir agua para el Rey Heredia, una reivindicación que no se cansan de pedir, además de la cesión inmediata del edificio.

Lo cierto es que este asunto parecía haber llegado a buen puerto cuando el Ayuntamiento cedió a la cesión del inmueble para el Consejo de Distrito Sur, pero este acuerdo parece que se ha estancado y no llega a concretarse. El principal obstáculo está en que para que se formalice el trámite la Acampada Dignidad tiene que abandonar el edificio para que se realice la desafectación del inmueble, algo que no acepta el colectivo.

El alcalde, José Antonio Nieto, aseguró ayer que la cesión culminará "cuando se cumplan los requisitos marcados" y defendió que el Ayuntamiento "no ha sido el que ha provocado retrasos". Nieto aseguró que los técnicos municipales tienen que realizar una evaluación del estado de la instalación para "garantizar que cumplen los requisitos más básicos para estar abierto". El regidor recordó que el Rey Heredia "es una instalación municipal" y está sometida a unos trámites que son los mismo para todos los edificios públicos y "las normas están para cumplirlas no para saltarlas".

Por su parte, Acampada Dignidad lamentó ayer que el Ayuntamiento "demora el proceso de cesión y de normalización del suministro de agua" y lamentó que los retrasos burocráticos y la falta de voluntad política por agilizar la cesión puede primar sobre las necesidades más básicas de quienes hacen uso del comedor social, que no pueden esperar a que el Ayuntamiento cumpla lo comprometido". El colectivo también exigió que se retiren los cargos contra los activistas que ocuparon el Rey Heredia y para ello seguirá con las movilizaciones hasta que se culmine la cesión del antiguo colegio.