Córdoba es la provincia con el índice de obesidad más alto de toda la comunidad autónoma andaluza. Esta es una de las principales conclusiones de un informe realizado por la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía y que analiza los cambios y los comportamientos de la sociedad en relación a los hábitos saludables. El informe está enmarcado dentro del IV Plan Andaluz de Salud y pretende extraer conclusiones para saber cuáles deben ser las prioridades que debe tener en cuenta la Consejería de Salud a la hora de focalizar sus actuaciones.

Uno de los datos más alarmantes, según subrayó ayer durante la presentación del informe la delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María Isabel Baena, es precisamente el aumento de la obesidad infantil durante los últimos años en la provincia, hasta el punto de que Córdoba se ha situado en el primer puesto del ranking en Andalucía, un problema "que nos preocupa especialmente porque impacta de forma especial a la salud de las personas". Concretamente, según las cifras que maneja la delegada, el 15,8% de los jóvenes cordobeses son obesos, y además, el 32,2% de todos los menores tienen riesgo de sufrir este problema, una realidad que a la larga puede acarrearles serios inconvenientes para la salud y a la que "hay que prestarle especial atención para tomar nota y poner a disposición de la población todas las herramientas de prevención posibles".

Muchos de los problemas de salud que sufren los ciudadanos relacionados con los hábitos, subrayó Baena, están estrechamente relacionados con el nivel formativo de las personas, un hecho que hay que tener muy en cuenta "porque termina produciendo desigualdades". De esta forma, el 30,2% de los ciudadanos que padecen obesidad no saben leer o escribir o tienen estudios primarios incompletos, mientras sólo el 8,5% han concluido una carrera universitaria.

Esta realidad, sin embargo, contrasta con otro de los datos aportados por el informe. A pesar de que la obesidad ha aumentado durante los últimos años, uno de los factores que precisamente más contribuye a reducirla también se ha visto incrementado significativamente: el ejercicio físico. Mientras que en 2003 el 55% de los cordobeses aseguraron que no hacían ningún tipo de actividad deportiva, esta cifra se ha reducido actualmente a un 20%, por lo que ocho de cada diez personas manifiestan que suelen realizar ejercicio.

Los hábitos alimenticios también son otro de los factores principales a tener en cuenta a la hora de analizar la obesidad infantil. Sólo el 57% de los jóvenes incorporan a su dieta la proporción recomendable de verduras. En el informe, además, también se aprecia que el consumo de comida sana está estrechamente ligado al nivel de estudios y a la capacidad adquisitiva.

Uno de los endocrinos cordobeses consultados por El Día, Manuel Ortiz, considera que aunque siempre han existido personas con estos problemas, sí es cierto que durante los últimos años está notando más afluencia en su consulta, sobre todo en mujeres. El facultativo destacó que los malos hábitos alimenticios y la ausencia de actividad deportiva son factores desdencadenantes de la obesidad. No obstante, subrayó que el componente genético es otro elemento a tener en cuenta, ya que puede condicionar en buena medida la complexión de un determinado paciente. Por último, insistió en que hay que diferenciar el sobrepeso, la obesidad y la obesidad mórbida. Aunque los tres casos se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa y pueden ser perjudiciales para la salud, el último de ellos "es una enfermedad grave y en algunos casos hay que realizar una intervención quirúrgica".