Córdoba

Ciclismo social: la bici para el día a día

  • Las empresas SoloBici, La vuelta al mundo y Duribaik ofrecen varios servicios que pretenden que la bicicleta sea el vehículo principal para la sociedad

La proliferación del uso de la bici es innegable. Las grandes ciudades, con sus horas puntas y sus aires irrespirables se convierten cada vez más en un pequeño infierno del que es posible alejarse si se tiene a mano la mejor herramienta posible: una bicicleta. Para ir al trabajo, para ir a comprar, para hacer deporte, para llevar al niño al cole. La bici se cuela cada día más como un elemento de convivencia, como en su día empezó a hacerlo el coche, del que nadie se separa ahora.

Parece que las administraciones se han dado cuenta de este cambio y comienzan a aplicar algunas políticas relacionadas con el uso de la bicicleta, la mayoría de ellas destinadas a ampliar las redes ciclistas, que en Córdoba, para ser sinceros, escasean. La Junta se ha puesto las pilas y ya ha ejecutado parte de las obras del carril bici al campus universitario de Rabanales, que tanta falta hacía, y el Ayuntamiento colabora casi siempre que puede para que la vía color burdeos sea una realidad en pocos años.

Eso sí, ante la falta de apoyo de administraciones a lo largo de los últimos años, han tenido que ser otros los que cojan el testigo y se pongan manos a la obra para alabar los valores de un vehículo que en muchas ciudades europeas es la principal herramienta de desplazamiento. Se trata de tiendas y talleres que van más allá de sus funciones de puro negocio para sacar dinero y aprovechan lo que en el fondo es un hobby para inculcar, casi sin querer, ese uso social de la bicicleta que cada día parece estar más presente.

Los pioneros en Córdoba de este tipo de negocios fueron Isaías Giovanetti y el alemán Gerhard Bort, que en 2006 crearon SoloBici y hoy tienen una tienda-taller en la céntrica calle María Cristina. SoloBici es tienda, taller y local de alquiler de bicicletas, todo en uno. Giovanetti reconoce que en Córdoba aún no existe mucha conciencia de uso de bicicleta, algo a lo que tampoco ayuda el hecho de que hasta ahora el carril bici de la ciudad no tenga conexión alguna. Las peculiaridades de SoloBici son muchas: ofrecen productos especiales, como alforjas que no pueden encontrarse en otras tiendas de la ciudad; asesoramiento para el turista de las rutas que pueden coger con la bici -el otro día aconsejaron a dos chicas que iban a pedalear hasta Sevilla-; o talleres varios para que la sociedad conozca la bici a fondo. Bort se encarga, por ejemplo, de impartir un autotaller en el que enseña a la gente a arreglar su propia bici. Sobre arreglos sabe bastante el alemán, al que siempre puede verse con algún pedido en las manos. Su socio comenta que hay algunos arreglos que solo Bort sabe hacer en Córdoba, como por ejemplo, el cambio interno. Esto también lleva a que muchas de las bicis que tengan apiladas por allí necesiten reparaciones dada la mala calidad de las mismas. "Hay algunos modelos a los que ya les hemos cogido cariño", comenta con algo de sarcasmo Giovanetti, que se refiere, sobre todo, a los productos de grandes multinacionales que suelen ser muy baratos, pero de muy poca calidad. Además, el socio de SoloBici reconoce que la principal razón para no adquirir una bici de este tipo es saber de dónde viene: "las hacen esclavos", sentencia el empresario.

Sobre la proliferación de negocios dedicados al mundo del ciclismo, reconocen que existen, aunque señalan que esto también puede traer problemas de informalidad. Eso sí, SoloBici tiene un público bastante afianzado y las bicicletas no dejan de entrar y salir de María Cristina, 5. Asimismo, este negocio ciclista también ofrece algo curioso: enseña a montar en bici a personas mayores, nunca es tarde.

Y si SoloBici fueron pioneros, La vuelta al mundo tomó el testigo. En la plaza de la Almagra, Enrique Casanova y Andrés Raya montaron en 2012 un negocio de bicicletas. Eso sí, no se limitan meramente al arreglo y la venta. Lo primero que llama la atención es la fachada del negocio, con colores y bicis colgadas que anuncian que allí se cuece algo más. Entre sus servicios se pueden encontrar ecomensajería, proyectos educativos, movilidad sostenible y reparto a domicilio. Tal y como comentan sus dueños, "era nuestro hobby", lo transformaron en negocio pero manteniendo siempre una filosofía: la bici social. Ahora venden sobre todo bicis para cicloturismo y de ciudad, pocas de montaña, que es el modelo que triunfó durante los años 90. Coinciden con sus compañeros de profesión en que la calidad que da una bici de las que ellos venden a la que puede dar una de unos grandes almacenes es abismal.

Para fomentar ese uso social de la bicicleta, desde La vuelta al mundo imparten talleres para niños, que son los que realmente cogen con más ganas todo este nuevo mundo.

Además, también ofrecen un servicio de personalización a gusto del consumidor. Desde los colores, hasta las formas, con cesta, sin cesta, La vuelta al mundo crea una bicicleta a tu medida para que el paseo sea lo más perfecto posible. Además, su servicio de mensajería con bicicleta permite transportar considerables cantidades de cosas sin contaminación alguna, algo que nunca podrá ofrecer una furgoneta o un coche de mensajería. De esta forma, esta tienda de bicis de la Corredera se sitúa como una buena alternativa para adquirir una bici de calidad y hacerlo sabiendo que se protege el medio ambiente.

En la calle Sevilla se encuentra otro negocio de este tipo. Se trata de Duribaik, de Antonio Durán. También desde 2012, esta tienda que además cuelga de vez en cuando alguna que otra bici en su fachada ofrece varios servicios a los cordobeses relacionados con el turismo. La idea es apartar un poco el ciclismo de montaña, aunque también arreglan modelos de este tipo, para dar paso a la bici de ciudad, al ciclismo urbano. Durán apunta algo muy interesante y es que el aumento del uso de la bici a lo largo de los últimos años también ha venido de la mano de esa casi obsesión por el culto al cuerpo que fomenta el deporte como algo indispensable. Para quien no quiera pagarse un gimnasio, o para el que quiera hacerlo y además combinarlo con la bici, están este tipo de negocios. Sobre la constitución como empresa también habla Durán, que afirma que por ahora Duribaik está siendo rentable y están yendo bastante bien.

Además de un servicio de alquiler, en esta tienda de la calle Sevilla también ofrecen un servicio de recogida de la bicicleta en casa por si tuviera algún problema, y entrega de nuevo en mano. Y aunque parezca casi imposible, la recogida de las bicis para arreglar también la hacen con bicis que pueden llegar a transportar hasta dos vehículos a la vez.

SoloBici, La vuelta al mundo y Duribaik. Tres negocios que reinventan un concepto tan antiguo como es la bici, al que aportan un sentido más allá del mero medio de transporte. Ventajas como respeto al medio ambiente, casi nulo coste de mantenimiento o salud física, se suman a tantas otras como no tener que buscar aparcamiento, introducirle cambios a no muy alto precio o meterse por calles que con el coche sería imposible.

Eso sí, aún quedan muchas cosas por hacer, la mayoría de ellas desde las administraciones que son las que pueden, por ejemplo, incrementar la seguridad en carreteras de alta velocidad que en ocasiones pueden costar la vida al ciclista y a su vez endurecer las penas para aquellos que invaden el carril bici cuando hay mucha acera para andar.

Que en Córdoba existe cultura ciclista está casi claro, además queda demostrado cada jornada que se conmemora el Día Mundial de la Bicicleta y que donde se reúnen miles de cordobeses ataviados con sus cascos para recorrer la ciudad. Eso sí, la pregunta sería: ¿dónde se meten todos esos ciclistas en el día a día?

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