Vacaciones con dudas y sin alegrías

ESTA página de reflexión -Cruz Conde, 12- que firmamos un domingo mi compañero Juan Ruz y al siguiente un servidor se va de vacaciones. Hoy echa el telón y allá por septiembre regresará con renovados bríos para dar cuenta de una ciudad en la que hay mucho que analizar pero, sin duda, mucho más que hacer. Atrás quedan 12 meses poco edificantes, en los que la vida política municipal dio escasas alegrías y la economía se mantuvo en una ligerísima mejoría que no alcanza para evitar los dramas y las penurias que padecen muchísimas familias cordobesas. Entre discusiones fraticidas como la polémica de la Mezquita-Catedral y desacuerdos entre nuestro Ayuntamiento y nuestra Junta se nos fue un año político que deja pocas cosas para el recuerdo. A la vuelta, mucho habrá que contar, porque a nadie se le escapa que tenemos elecciones municipales a la vuelta de la esquina, allá por mayo, y el tramo final de este 2014 pelín anodino se antoja repleto de cuestiones por resolver.

El Partido Popular, por ejemplo, consumirá los últimos meses de un mandato marcado a hierro por la crisis y las dificultades. Hace un año por estas mismas fechas anunciaron que era el momento de dejar atrás el discurso de la herencia recibida y de poner sobre la mesa políticas reales que redundasen en el bienestar ciudadano. Cosas se han hecho en el contexto del amplio programa Córdoba 10, pero al final la sensación es que los principales retos siguen cubiertos por sombras. El del paro, sin duda, era, es y será el principal examen que había que aprobar, y sigue pendiente. Algo mejoró el mercado laboral, algo, pero la dinámica se esperaba que fuese mucho más alentadora. Los mismos integrantes del PP así lo esperaban y de ahí que el alcalde haya tenido que reconocer que es posible que se plante en la campaña electoral con más desempleados de los que había hace cuatro años, lo que le obligará, lo haga como lo haga, a romper una célebre promesa con la que ahora le duele la cabeza. Y no sólo el paro, sino también ese centro de convenciones con el que Nieto quiso demostrar su capacidad de gestión frente a las torpezas de gobiernos precedentes y que al final se le ha ido envenenando hasta el punto de que será una carrera contra el tiempo. Sumados estos dos borrones a problemas varios como el de Caballerizas o el del centro de visitantes queda la sensación de que no ha sido un año de provecho, sino más bien un año ingrato. Unos meses tendrá el PP para desfacer entuertos y luchar por una mayoría suficiente de gobierno que está en serio peligro.

Ahora bien, si el PP cuenta con algo a su favor es precisamente con la oposición que tiene en Capitulares. UCOR, segunda fuerza, sigue sumida en esa larga siesta y a Rafael Gómez sólo se le ve activo en procesiones y otros saraos. Son un partido atípico, ajeno a casi todo lo que ocurre, al día a día, y difícil será que mantengan los cinco concejales que rascaron para desesperación de muchos. En IU, por el contrario, la labor de oposición si se ha tomado con empeño, pero no le sacan lustre. Lo que dice Tejada, que anda de despedida de esto de la política, parece que carece de importancia porque lo dice alguien que en realidad es ayer, mientras que el candidato Pedro García y el coordinador local Galileo Florido se emplean en plan bullidor pero no pueden estar en el Pleno, verdadero coso de la política. No sé, pero por empeño que le pongan les sigo viendo lejos de poder emular la capacidad de arrastre que tuvieron otros candidatos de este partido en elecciones precedentes. Pedro García y el señor Florido me da la sensación de que nacieron más para ser tropa que para ser mando, pero eso nunca se sabe a ciencia cierta. En todo caso, andan bien preocupados en IU después de las Europeas por el hecho de que Podemos haya irrumpido con fuerza en su mismo espacio político. Añádase que la izquierda está inquieta y muy activa y no es descartable que acaben compareciendo en diferentes listas en un error clásico que lo único que hará será debilitarlos. Por cierto, que como Podemos decida lanzarse a la cosa municipal cordobesa la cosa se puede tornar muy divertida.

Y, para acabar, el PSOE, que en Capitulares anda corto de efectivos y a la espera. Inmaculada Durán y el laborioso Emilio Aumente le dan vida al grupo, mientras que Francisco Alcalde cuenta los meses para volver a sus labores y Carmen González, la más joven del Pleno, le va cogiendo el pulso a esto de la política de verdad. El interés del otoño no estará por tanto en un grupo municipal con poco juego que dar, sino en una sede de la avenida del Aeropuerto que es un torbellino de rumores y posibilidades. Por lo pronto, se sabe que se abrirá proceso de primarias para elegir al candidato y suenan con fuerza desde hace meses María Isabel Baena, Isabel Ambrosio y Manuel Torralbo. Niguno levantará pasiones inmediatas entre el electorado, es evidente, pero quizá sean a priori algo bastante más aparente que aquella última y desastrosa candidatura en la que Durán mezcló su propia falta de carisma con el fervor cofradiero para salir escaldado.

Así están las cosas y así estarán cuando esta página vuelva en septiembre. No creo que durante agosto, mes por aquí poco útil para tantas cosas, ocurran grandes novedades. Luego, sí, seguro. Porque la sociedad no está dormida y más partidos hay, como UPyD, con serias opciones de entrar al fin en el Ayuntamiento. No descarten tampoco otras listas, porque el éxito de Podemos ha demostrado que ahora mismo se pueden conseguir votos a paletadas si uno sabe sacar rédito a los no pocos ni leves errores cometidos por los partidos tradicionales. En todo caso, Cruz Conde, 12 se va de vacaciones con la esperanza de que la futura campaña a la que estamos abocados sea provechosa y permita hablar de una ciudad que necesita de reflexión mesurada y de ideas, principalmente de ideas. Difícil será que salgamos del bucle de electoralismo casposo en el que este país entró hace ya tiempo, pero las vacaciones son para descansar y también para soñar. Y en eso andamos. Nos vemos en septiembre