A punto de cumplir su primer año de vida, el economato social que abrió Cáritas en el barrio de Las Margaritas "ya está desbordado", según informó ayer el obispo, Demetrio Fernández. El prelado recordó que esta especie de supermercado "se hizo para atender a entre 100 y 200 familias y va por 500 o 600". A su juicio, estas cifras demuestran "que es un instrumento válido y que hace el bien", pues allí acuden, derivadas por las parroquias, personas que tienen dificultades económicas, para que puedan "comprar, con dignidad, la comida y útiles para la casa que necesiten, pero a un precio muy reducido". Los beneficiarios pueden acudir al economato por un periodo limitado de seis meses, aunque en función de la situación de la familia afectada, pueden repetir más adelante.

Fernández destacó que éstas no son las únicas cifras que indican que la recuperación y la salida de la crisis está lejos de ser una realidad, al menos para muchas personas. Así, puso de manifiesto que la Casa de Acogida Madre del Redentor, que gestiona Cáritas y en la que se ofrece comida, aseo y cama a los transeúntes, "tenía 40 plazas y ahora va a tener 80, es decir, se duplica su capacidad". "Sigue habiendo mucha gente en la calle, y aunque en el verano no importa tanto, por nuestro clima caluroso, lo cierto es que cuando empieza el frío quienes no tienen casa necesitan un refugio", detalló. En este punto, el obispo destacó "la importante tarea de las parroquias, muchas de las cuales no tenían Cáritas, pero, a partir de esta crisis, han puesto en marcha Cáritas, no sólo para distribuir alimentos, sino también para acoger, escuchar y acompañar" a los que más lo necesitan. Para el prelado, "ha crecido la solidaridad", lo mismo que también "han crecido los ingresos en Cáritas, y de forma notable, lo cual significa que la gente se fía de Cáritas y que ha crecido la caridad cristiana".

Fernández subrayó la labor que realiza Cáritas, al señalar que ésta entidad "está resolviendo los problemas" de decenas de miles de cordobeses, hasta el punto de que "actualmente la Diócesis de Córdoba da alimentos a 150.000 personas". A ellas, continuó, presta "atención de primerísima necesidad, aunque lo más grave es que la cifra de cordobeses que precisan de la asistencia de Cáritas para cubrir sus necesidades más básicas no ha bajado desde el inicio de la crisis, al contrario, ha subido". Fernández detalló que en un principio "eran los inmigrantes" quienes más precisaban de la ayuda de Cáritas, pero muchos han vuelto a sus países de origen. "Luego fueron los nativos pobres" a los que más atendía Cáritas, mientras que ahora "son personas normales, que se han quedado sin trabajo, aquellas que nunca habían pensado que necesitarían de Cáritas", apuntó. "Ahora en la propia ciudad de Córdoba ya no hace falta cruzar el puente para encontrar a personas en esta situación, con eso está dicho todo", incidió.