Córdoba

La espondilitis anquilosante afecta ya a más de 8.000 cordobeses

  • La prevalencia mundial de esta enfermedad progresiva es de dos hombres por cada mujer, mientras que la edad en la que suele aparecer es a partir de los 22 años

Dolor lumbar o falta de movilidad que mejora con el ejercicio y empeora con la inactividad son algunos de los síntomas de la espondilitis anquilosante, una enfermedad que afecta ya a más de 8.000 cordobeses, según explicó ayer el doctor Andrei Calin, el médico que ha creado un sistema para medir el dolor de estos enfermos.

El doctor inglés asistió como invitado a una jornada de convivencia organizada por la asociación Cordobesa de Enfermos Afectados de Espondilitis (Aceade) y reconoció que hay mucha gente que "no está diagnosticada" y que la enfermedad es "de carácter progresivo". Por ello, la rapidez en el diagnóstico es de vital importancia puesto que los diez primeros años de evolución son determinantes en la secuelas que sufre el enfermo a largo plazo.

El médico indicó que la espondilitis es una enfermedad que afecta al 2% de la población mundial y que su prevalencia es de "dos hombres por cada mujer". La edad en la que suele aparecer esta dolencia, continuó, es a partir de los 22 años, aunque reconoció que hay casos que surgen antes.

El sistema de trabajo de este médico, que pertenece al grupo ASAS, integrado por los 13 mejores expertos del mundo en espondilitis anquilosante, se basa en "escuchar al paciente", puesto que se "aprende mucho de ellos", apuntó. "Hay que escuchar más a los enfermos para aprender, y estudiar", consideró. El médico destacó también que la investigación de los próximos años sobre esta enfermedad se centrará en su análisis genético.

El método desarrollado por el médico británico, que durante los últimos 25 años ha trabajado en el hospital de la ciudad inglesa de Bath, ha sido posible gracias al trabajo con 2.000 pacientes, con los que ha establecido una fiable medida de la evolución de la enfermedad.

Una de las consecuencias negativas de esta dolencia es su carácter progresivo, por lo que "hay que intentar conseguir que el paciente gane en calidad de vida y no se deteriore", apuntó el jefe de Reumatología del Hospital Reina Sofía, Eduardo Collantes, quien recibió la insignia de oro y brillantes de Aceade por su dilatada trayectoria con estos enfermos.

El tratamiento de esta enfermedad, hasta la fecha, se basa en tres grandes pilares. Uno de ellos es la medicación a base de antiinflamatorios, corticoides y terapias. El segundo eje es la rehabilitación y la realización de ejercicios en piscinas climatizadas para ayudar a la recuperación de los movimientos. El tercer puntal son las asociaciones de enfermos, como Aceade, que colabora estrechamente con el Reina Sofía, en mejorar el tratamiento de la espondilitis anquilosante. El último proyecto conjunto fue la puesta en marcha de una unidad de detección precoz de la espondilitis. La iniciativa cuenta con una subvención de cuatro millones de euros a nivel nacional y recibe el nombre de ESPeranza. El objetivo de la misma es reducir a menos de un año el tiempo de diagnóstico de la patología, que actualmente oscila entre los seis y ocho años debido a la dificultad de asociar el dolor articular en las personas jóvenes con la espondilitis. La importancia de este nuevo servicio es que permitirá multiplicar por seis el número de diagnósticos -actualmente se detectan 40 casos al año frente a los 200 o 250 que se diagnosticarán con la nueva unidad- y, en segundo término, permitirá mejorar la calidad de vida de los pacientes.

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