Esta "socialista de base", como se denomina, competirá el sábado por la máxima responsabilidad del PSOE en Córdoba contra Juan Pablo Durán y Joaquín Dobladez en el congreso que se celebrará en Palma del Río. La secretaria local del PSOE de Villanueva del Duque se ha embarcado en esta aventura porque puede hacer "un bien al partido", aunque no quiere perpetuarse en la política y piensa en volver a trabajar en la industria farmacéutica.

-¿Por qué decide presentarse como candidata a la secretaría provincial del PSOE?

-Porque quiero un cambio para mi partido y así lo han decidido los militantes en las agrupaciones, en las distintas reuniones del foro de debate que se ha creado en este tiempo.

-En su opinión, ¿qué es lo que hay que cambiar?

-Los modos y las formas. Hay que cambiar muchas formas de hacer las cosas y ese distanciamiento que tenemos con la sociedad hay que frenarlo, tenemos que acercarnos más. El modelo del Partido Socialista tiene que cambiar con la sociedad, porque no podemos cambiarlo nosotros desde dentro. Tiene que haber más participación, más cercanía. En las agrupaciones vemos el abandono que tienen, cuando son ellos los que llevan el partido en la provincia.

-¿Qué es lo que le hace dar este paso?

-Lo que se dice en el foro de debate. Esa desilusión, porque desidia no es el término exacto, que vivimos en esas reuniones. Esto hace a uno pensar que el partido necesita de caras nuevas y de ideas nuevas que nos hagan acercarnos más a los problemas que tiene la sociedad, porque muchas veces no nos damos cuenta de que el político está para servir al ciudadano.

-¿Ha influido en esta situación el año tan duro vivido por el PSOE, con unos comicios electorales en los que ha perdido muchos votos?

-Sobre todo los fracasos electorales. Aunque la provincia ha mantenido en parte el tipo, la capital necesita mucho mimo. Hemos perdido la Diputación y somos la última fuerza política en el Ayuntamiento. Algo está pasando. Si nosotros no nos ponemos a analizar lo que está pasando no seríamos coherentes. Cuando presentamos el manifiesto, dijimos que éramos niños de colegio que asistíamos a todos los eventos, pero no hemos participado. En el foro de debate sí se ha participado y se han aportado ideas para paliar esta situación. El PSOE tiene que avanzar impulsando la política orgánica, algo que sólo se hace con los militantes, motivando su ilusión. Otra cuestión es la ejemplaridad, porque tenemos que dar ejemplo y no lo estamos haciendo. Todos los socialistas, y yo también, somos responsables del partido que tenemos en Córdoba, pero esto no implica que haya que dar el paso del cambio y mejorar unas estructuras anquilosadas para mejorarlas, quizás con listas abiertas, con la participación de los militantes, que es lo que nos están pidiendo. El próximo 14 de julio, sea o no sea secretaria general, el foro seguirá insistiendo en que eso es lo que hay que hacer. Tenemos que procurar que el PSOE siga representando a los trabajadores y a los más débiles. Últimamente nos hemos aburguesado mucho y todo esto tiene que cambiar, por lo que menos que no vaya a más.

-Hasta ahora plantea usted esta necesidad de cambio como algo teórico, pero ¿no hay también algo nominal?

-Pues sí. Lo primero que salió en el foro de debate es que están siempre los mismos. Hemos puesto en nuestro programa que la renovación necesita perfiles políticos y caras nuevas, pero no porque los socialistas lo digamos, sino porque la sociedad así lo pide. Queremos que los cargos institucionales tengan una duración de cuatro o de ocho años porque tiene que ser así, porque la política no es una profesión. Esto es volver a recuperar la confianza que hemos perdido. Los años son malos, sí, pero un partido político no se puede permitir ese lujo, sino que tiene que estar fuerte para dar respuestas a la sociedad. Si no somos creíbles no nos van a dar la confianza. Estos pilares son básicos para el nuevo socialismo cordobés.

-El sábado será la hora de la verdad. ¿Qué puede ocurrir?

-Soy muy positiva y pienso que voy a conseguir los avales para decirle a los socialistas en ese congreso mi proyecto a los que todavía no lo conocen. Independientemente de que se gane o se pierda, el paso dado es importante para el futuro del partido. El secretario que salga el día 14 nos va a tener a todos juntos remando y si puede ser por el camino del acercamiento a la sociedad, pues mejor. Después del congreso debemos tener un partido fortalecido en el que todas las ideas se integren, porque ni el proyecto de Juan Pablo Durán es peor que el mío ni el de Joaquín Dobladez es malo, sino que tenemos que unir ideas y proyectos. María José Andrada va a integrar porque soy partícipe de que el PSOE tiene que estar más unido que nunca, sobre todo en estos tiempos.

-¿Esta deseo de unión abre la puerta a la posibilidad de integración en alguna de las otras candidaturas?

-Mi proyecto está abierto a la integración desde el primer momento. Si partimos de que estamos yendo a las agrupaciones pidiendo a los militantes que aporten más cosas al proyecto, a los distintos candidatos, que son compañeros socialistas y que están bajo la misma base ideológica que yo, les tengo que decir que se sumen también.

-¿Espera a que la llamen para integrarse en otra candidatura?

-Espero a que me llamen, siempre es bueno esperar.

-¿El miedo al cambio puede estar sujeto a otros factores que no sean ideológicos?

-Creo que no debe existir miedo. El voto es libre y secreto. A pesar de ese clientelismo y ese miedo yo creo en el militante, en que todavía hay ideas para sacar este partido adelante. Si no estaría aquí. Cuando crees que eres futuro en el PSOE no te van a convencer de nada.

-¿Qué trato ha dado la secretaría provincial a las agrupaciones locales?

-De abandono. Me consta que Juan Pablo Durán dice ahora que se va a poner las pilas, que va a ir a las agrupaciones. Eso está muy bien por su parte.