2011 ha sido el año en el que ha tocado el cénit de lo que ha sido su carrera política hasta ahora. El alcalde y presidente del Partido Popular, José Antonio Nieto, repasa el año en que llegó a la máxima representación política de la ciudad y su formación ganó las elecciones generales en la provincia. Las entrevista con el regidor se realizó ayer después del Pleno y antes del anuncio del Gobierno del primer decreto de medidas económicas.

-Me gustaría que le pusiera una palabra a 2011.

- Dos. Una es difícil y la otra ilusionante. Hemos conseguido una aspiración de siempre, gobernar la ciudad. Hemos llegado en un momento muy complicado pero tenemos ilusión en superarlo, en encontrar el camino correcto que se necesita. La situación ha sido muy difícil y no va a dejar de serlo en 2012. Es un reto apasionante y cualquiera que tenga sangre política y cariño a su ciudad lo viviría intensamente.

-¿Tiene la sensación de estar maniatado?

-Hay dos corsés incómodos. La burocracia ralentiza mucho. Estamos trabajando en un plan que elimina  la pérdida de tiempo que no aporta nada, que perjudica un proyecto, que genera trabajo innecesario y costoso, porque el trabajo en la Administración es caro. No es fácil. Luego está la dificultad económica. Hemos vivido estos últimos años con unos ingresos muy altos y nos hemos creído que eso iba a ser para siempre. Además de eso, se ha creído que esos ingresos se podían suplementar con unas peticiones de créditos, a veces, inexplicables. Ahora tenemos que funcionar manteniendo servicios, estructura y costes con muchos menos ingresos y sin margen para poder endeudarse y teniendo que devolver lo que se ha gastado de más antes.

-¿Dónde está el límite del ajuste?

-Hay algo básico. Si el que gobierna cree que sólo con recortes se resuelven las cosas, esto también se hunde. La sociedad y los sectores productivos no aguantan más sólo con recortes. Lo que tenemos que hacer es desapalancar el país y el Ayuntamiento. Nuestro margen de maniobra se ha reducido porque hemos tenido una bajada brutal en ingresos y se han mantenido o superado los gastos. Eso ha generado dependencia. Cuando hablo de medidas, no hablo sólo de recortes, que también hay que hacerlos. La gran reforma es que la realidad de Córdoba y el mundo ha cambiado y hay que adaptarse. Las empresas, las administraciones, los medios de comunicación que lo hagan saldrán adelante y los que no, reventarán. Muchos alcaldes con los que hablo están pasando situaciones límite. La gran duda que tenemos cuando nos vemos es quién va a ser el próximo en no poder pagar nóminas, que le corten la luz. Estamos en esa situación y no tiene sentido esperar resignados a que eso llegue. La realidad ha cambiado y no podemos seguir igual que en 2007. 

-¿Cómo enfoca la negociación con los funcionarios y trabajadores municipales?

-Hemos hablado con los sindicatos y algunos nos han pedido, para el año próximo, una subida del IPC. Los 328.000 cordobeses no podrían entender que hubiera un grupo de personas, más de 4.000 trabajadores municipales, que no sientan la crisis de ninguna forma. Con lo que ha caído y va a caer, que alguien pretenda salir indemne es absurdo. Tenemos que adaptarnos por solidaridad, porque las circunstancias obligan. Yo no creo que tengamos que resolver estas dificultades recortando el salario a los funcionarios, aplicando un cinco o un siete por ciento. Hay que cambiar el modelo y vincular parte del salario al trabajo que se realiza, que no cobre igual una persona que se implica que otra que no trabaja tanto. No puede ser que cobremos igual ni tengamos los mismos derechos o privilegios si la cosa va bien o si la cosa va mal. Siempre en la vida hay ajustes, siempre, unas veces los sufren unos y otras los sufren otros. Lo que no puede es que haya 4.000 personas que no hagan el ajuste y obliguemos a que los que lo pasan peor que ellos a financiar, vía subida de impuestos, el déficit. Nuestra obligación es el equilibrio y tratar de no hacerlo con derechos adquiridos de los trabajadores ni en puestos de trabajo, separando y premiando al que se implica respecto al que no se implica. Es la nueva realidad.

-¿2012 va a ser el año donde sí va a haber problemas para pagar las nóminas municipales?

-2011 ha sido muy, muy complicado para pagar las nóminas. Cuando digo muy complicado, digo que sin el crédito del ICO, habría habido momentos en los que no hubiésemos pagado. Hay meses en que se pagaba pero no se cobraba. La liquidez no ha dado en ocasiones para cubrir lo que había que cubrir. Yo no quiero hacer el ajuste siempre sobre los proveedores que quieren cobrar a tiempo y, si no, tienen que despedir a sus trabajadores o no les pagan a costa de que el Ayuntamiento sí abone sus nóminas. 2011 se ha salvado porque hemos realizado en el segundo semestre una corrección tremenda respecto al primero. En siete meses hemos gastado un 36% del presupuesto y en cinco meses, el anterior gobierno se gastó el resto. Tenemos que seguir con la misma política de austeridad. En 2012 va a haber problema y algunos meses están marcados en rojo.

-En esta circunstancias, seguir hablando de un aeropuerto, de un centro de congresos, parece ilusorio.

-No. Lo que tenemos que plantearnos es si la ciudad tiene que renunciar a ese tipo de proyectos a cambio de mantener una estructura que no es todo lo eficaz que necesita. ¿Tiene sentido que todos los cordobeses tengamos que renunciar a equipamientos que nos proyecta como ciudad a costa de mantener una estructura sobredimensionada en el Ayuntamiento? No es justo que consumamos todos los recursos en levantar la persiana municipal. La obligación de los gestores públicos es manejar recursos para dar empleo, oportunidades, expectativas. Si todo el dinero nos lo gastamos en lo interno, ¿qué le estamos aportando a la ciudad? En 2012, si no hacemos disparates, nos vamos a gastar 180 millones de personal. Es un 46% del presupuesto a ejecutar. Ha subido 65 millones en una década, 11.000 millones de pesetas de diferencia. Tenemos que hacer una reflexión sobre qué hacer con la presión de la estructura para que sea menos costosa

-Habrá que hablar sobre la utilidad de esos proyectos.

-Una reflexión pendiente es si esos proyectos son lo suficientemente importantes. Si lo son, hay que hacerlos y ya buscaremos la manera. El aeropuerto puede ser discutible y la solución que se le ha dado, también. Yo sí creo que es importante. Lo que me duele que nos hayamos gastado 44 millones de euros en medio estadio de fútbol cuando el anterior se inauguró en 1994 y costó 1.800 millones de pesetas, uno de los más caros de su época. Para terminarlo, habría que gastar 80 millones para algo que se usa cada 15 días y ni siquiera es municipal. ¿Esa es una medida acertada? ¿De un buen gobierno de izquierdas? Yo creo que no. Es un disparate. Todo. La terminación del Arcángel es más cara que el estadio del Espanyol, que he estado viendo estos días. Con estación de metro y ciudad deportiva, va a costar menos que nuestro campo de fútbol. Ese es el despilfarro que no se puede permitir. Ni estructura desmesurada que nos impida invertir, ni proyectos que no sean de inversión sino de gasto. Son un lastre.

-A raíz del discurso de Rafael Gómez en el Pleno, se han disparado los rumores de un acuerdo entre el PP y UCOR. 

- No tenemos un pacto con nadie pero estamos abiertos a un pacto con todos. La situación de Córdoba requeriría que todos los grupos tuviesen un mínimo de sensibilidad para salir de la situación. PSOE e IU porque han gobernado antes y algo tienen que ver con lo que hay y UCOR porque algo tiene que aportar también de soluciones a futuro. En las ordenanzas fiscales, UCOR votó en contra y su portavoz dijo que se remitía íntegramente a la intervención del candidato del PSOE. Yo no he dicho que UCOR sea la marca blanca de IU o PSOE porque coincidieran en esa votación. Es absurdo y malvado. Pero cuando votan al revés sí se hace. UCOR es atípico, difícilmente encuadrable y analizable desde parámetros convencionales, porque responde a quien la dirige y tiene sus mismos tic. ¿Posibilidad de entendimiento estable? Dudo mucho que pueda existir aunque en el PP estamos abiertos a trabajar con todos.

- ¿Qué va a pasar con Colecor?

-Yo le he pedido a la consejera de Obras Públicas que nos diga claramente cuál es el criterio de la Junta sobre las naves. No tiene sentido que mantengamos eternamente esta situación de desgaste entre administraciones que no beneficia a la esfera política. Hay que valorar la actuación y lo que es más positivo para la ciudad. No haremos nada que no quede garantizado desde el punto de vista legal ni acordado con la Junta. Espero que todo el mundo contribuya incluido el afectado, que es quien tiene más interés. Lo que no va a haber es ningún pacto.

-¿Se le ha pasado por la cabeza declarar la multa como incobrable?

-Eso es lo que ha pedido Intervención. No ya esa multa. Todas las multas que vengan en el futuro, y ya hay alguna, se dotarán al cien por cien. No podemos mantenernos en el chanchullo constante.

-Eso afectará al déficit.

-En mayor o menor porcentaje, la multa de Rafael Gómez, 24 millones, que no es moco de pavo, sirvió en el pasado para maquillar las cuentas municipales. Se decía que se iba a cobrar pero no se ha ingresado un euro. Formalmente, no se ha disparado el déficit pero en realidad nos ha provocado que el año que viene sea terrible en liquidez. La ilusión contable de un ingreso ha permitido realizar un gasto, se ha gastado más lo que se debía mintiéndonos a nosotros mismos. Como no se ha ingresado, ahora no hay liquidez para afrontar pagos. Lo honrado es declararlo de dudoso cobro, porque probablemente no lo pague. ¿No va a ser de dudoso cobro si en deudas similares estamos en el número 40 en prelación de cobros detrás de nóminas, seguridad social, hipotecas, etcétera, que suman mucho más que el valor patrimonial del bien que lo  soporta? ¿Eso va a suponer más déficit municipal? Va a ser más en realidad, y no vamos a engañarnos. La herencia endiablada ha justificado un mayor gasto del que se podía hacer. No lo podemos hacer con todo pero las sanciones nuevas se van a considerar  siempre de dudoso cobro para que no haya un quebranto tan duro como el de la deuda de Rafael Gómez, que no es la única. Tenemos una cantidad altísima de deuda formalmente cobrable pero de casi imposible cobro aunque nuestra obligación sea intentar ingresar esas cantidades.

-Si Griñán le recibe, elija una cuestión, una, sobre la que insistirá.

-Hay una cuestión básica. No se puede mantener la actual relación entre la Junta y el Ayuntamiento. No es justo, ni útil. Es una cuestión de relación y lealtad. La Junta no puede actuar en Córdoba como si no hubiera Ayuntamiento elegido por los ciudadanos, que tiene una responsabilidad. Pasa con este gobierno municipal y, lo más duro, pasaba también con el anterior, cuya alcaldesa acabó siendo miembro del gobierno Griñán. Yo quiero un marco más útil para todos y, sobre eso, veremos lo que se puede hacer y lo que no. Cuántas veces se ha vendido el tranvía, han aparecido infografías... ¿Se va a hacer? Parece que no. Yo no le voy a hacer un discurso partidista sino que se haga lo que pueda cuando se pueda. Pero no podemos seguir hablando sobre el centro de congresos con la Junta a través de los medios. Si yo no voy a molestarle mucho. Sólo quiero una fórmula que nos permita coordinarnos en condiciones. Ahora es lamentable. Con el consejero de Medio Ambiente hay una relación magnífica y se porta con Córdoba por encima de lo que es su obligación. Incluso con lo que no ha salido, ha habido lealtad y colaboración. Con otros…

-Deme un titular sobre Cruz Conde.

-Me reitero en lo dicho. No queremos equivocarnos y tenemos la obligación de analizar la documentación técnica. Antes de la obra, habría que haber pedido un impacto en la movilidad. No se hizo y eso está mal. Mi deseo es que sea plenamente peatonal. Si se puede. Pero una ciudad no se puede mover con caprichos  y yo no quiero que Cruz Conde sea un capricho del alcalde. Si perjudica gravemente la movilidad o las líneas de Aucorsa, no quiero que un capricho mío provoque un problema. Ahí estamos. A final de enero, recibiremos la propuesta de la consultora sobre la red de líneas y hemos pedido un informe sobre movilidad. En cuanto los tengamos, y no antes, se tomará una decisión.