Córdoba

"La lucha contra el cambio climático es el chocolate del loro para el Gobierno"

  • Publica 'Al borde del límite', una actualización de los conocimientos científicos sobre el calentamiento global l "Al Gore ha puesto el problema en todas las agendas mundiales", afirma

HACE casi 30 años, José Larios dio su primer mitin antinuclear. Desde entonces, ha recorrido la estructura del movimiento ecologista desde la base hasta la representación política e institucional. Ahora, desprovisto de cargos, trabaja desde sus blogs (www.calentamientoglobalclima.org y www.co2accion.wordpress.org, con cerca de un millón de visitas en un año) en dar a conocer las principales investigaciones sobre "el principal problema que afronta la humanidad". Desde su ventana de la red, colabora con comunidades de Latinoamérica sobre proyectos ambientales. Ese trabajo se ha volcado en el libro Calentamiento global, al borde del límite, publicado por INET, un centro de pensamiento progresista.

-El título del libro da a entender que se trata de un proceso reversible, que hay cierto margen de maniobra.

-En algunos elementos no hay marcha atrás. El hielo marino del Polo Norte está irremediablemente perdido después de miles de años. Posiblemente, en los próximos cinco o seis años -o antes- ya no haya hielo allí. Hay puntos de no returno que han sido superados. En el libro, he querido plasmar las cosas nuevas, nada positivas que están ocurriendo, como que las variables previstas por el Panel Intergubernamental están disparadas como las temperaturas, la concentración de dióxido de carbono, el fallo de los sumideros -terrestres o marinos- como acumuladores de CO2. Hay que dar a conocer, vulgarizar, estos datos que ahora están sólo en las universidades.

-El primo de Rajoy se equivoca.

-No. El primo de Rajoy tiene razón. El tiempo es caótico, otra cosa es el clima y sus tendencias. Nadie puede predecir que tiempo vamos a tener dentro de una semana pero las tendencias en el clima se estudian. Sabemos que el clima mediterráneo es de inviernos fríos y veranos calurosos y secos. Ahí sí podemos estudiar las tendencias. Rajoy entendió mal a su primo, que es un buen científico.

-El drama es que es un proceso medioambiental humano.

-Otros momentos de enfriamiento o calentamiento global han estado motivados por variaciones en el eje terrestre y ha jugado un papel importante la acumulación de dióxido de carbono. En estos momentos existe una variabilidad natural, que ha sido modificada por la quema de combustibles fósiles, pero también por la incidencia del metano que se crea por la descomposición de materia orgánica, la cría de ganado estabulado, las basuras de las ciudades o el destrozo de zonas de bosque -que emiten metano al descomponerse- para cultivos. Hay otras cuestiones como la emisión de sulfuro de azufre o los CFC, que influyen en la capa de ozono. Quien lleva la voz cantante, casi un 50% del efecto invernadero, es el dióxido del carbono.

-Por primera vez, el movimiento ecologista dispone de altavoces potentes, como Al Gore, para concienciar contra el cambio climático.

-En primer lugar, el movimiento ecologista ha estado buscando desde siempre los nudos gordianos, donde realmente era problemática la sostenibilidad. Era importante la lucha antinuclear, que es donde yo me he bregado, y toda la cuestión energética, que marca a toda la sociedad. Lo que ha ocurrido con el calentamiento global, en el que ya trabajábamos antes de la Cumbre del Río, se han dado saltos adelante. Algunos se han convencido de que es importante, como Al Gore. Hay gente que lo critica pero hay que reconocerle que ha puesto el cambio climático en todas las agendas políticas como la amenaza que es. Es muy importante que, en Gran Bretaña, fuera el Ministerio de Hacienda, con Gordon Brown y Nicholas Stern, quien hiciera un informe climático, meteorológico y económico. Por primera vez, se hacía desde el núcleo duro del Gobierno y no desde un Ministerio de Medio Ambiente. Existe un tercer factor: el cuarto informe del Panel Gubernamental tuvo un amplio eco porque los demás pasaron si pena ni gloria.

-Al hilo del cambio climático, se está colando el debate nuclear como alternativa.

-Pero es que no es verdad. Todo el proceso de la energía nuclear genera dióxido de carbono. No tanto como quemar combustibles fósiles, pero la minería o la construcción de las centrales también generan emision. Segundo argumento: las nucleares tienen combustible para generar electricidad a precio razonables durante 50 años, por lo que tampoco es una solución de futuro. Tercero: habría que construir e inaugurar una central o dos a la semana para sustituir toda la energía salvo el transporte. Las centrales nucleares las ha derrotado la economía de mercado no el movimiento verde. En EEUU, cualquiera puede construir una central pero aquello se cortó por la acumulación de capital precisa. Francia se explica de otro modo, del interés de De Gaulle de tener armamento. Esos mismos fondos empleados en renovables pueden solventar el problema del cambio climático.

-Se habla mucho de la oferta pero no de la demanda.

-Tenemos que parar, cambiar de estilo de vida, de modelo de transporte y consumo. Tenemos más capacidad erosiva que todos los fenómenos erosivos naturales juntos. Una sola especie, la humana, se está merendando el 40% de la biomasa del planeta. Y eso pasa porque la energía es muy barata. La parada del cambio climático tiene que suponer una nueva mirada a nuestro modelo de desarrollo.

-Pero la gente no está dispuesta a cambiar de vida.

-Es discutible. Se han hecho estudios con enfermos terminales que aseguran que lo que la gente valora no es más coches, ni casas. Quiere amigos, cariño. Vivimos en una sociedad hedonista que valora cosas materiales. Hay montones de cosas inmateriales que no gastan energía y satisfacen como la lectura o la charla. Pero hay que romper el modelo, porque es imposible. Es utópico seguir de esta manera. Sectores minoritarios de China o India se incorporan ahora a la sociedad de consumo con los efectos conocidos. Tenemos que cambiar, de forma democrática y consciente. Si no, se pronostica caos, desórdenes sociales y problemas militares.

-Las guerras del futuro serán por un recurso como el agua.

-O por los alimentos. La FAO está teniendo problemas para comprar alimentos y afrontar hambrunas. Las sequías son cada vez más difíciles de afrontar. Y van a a fluir refugiados climáticos hacia las zonas con mayores recursos. La desaparición de los glaciares nos va a dejar sin agua. La subida del nivel del mar provocará millones de desplazados. Hay que frenar parte del proceso, discutirlo y evitar soluciones autoritarias o conflictivas. Hasta los informes militares norteamericanos o de la ONU van en esta línea.

-Lo verde es ya un reclamo comercial.

-En Noruega está prohibido publicitar coches verdes. Eso tiene un nombre, green wash (lavado verde). Tiene un elemento positivo: obliga a las empresas a cambiar su discursos y eso cala entre la sociedad. Llegará el momento en que el usuario descubra quién hace un mero lavado y quién no está impostando solamente.

-El debate es especialmente relevante en la industria alimentaria.

-Ese es un hecho del primer mundo. Acabo de hablar con una comunidad en Ecuador que tiene problemas para alimentarse. Se trata de una entrada, la de la nutrición, para una vida más verde. Pero eso no nos debe llevarles a cultivar cafés de alta calidad en vez de grano de forma que se satisfaga el hedonismo occidental. En Occidente queremos vivir eternamente jóvenes, y no queremos que entre veneno en nuestro cuerpo. Es una forma de abrir un debate social.

-Lo verde es también una etiqueta política que se aplica a todo el mundo pero sigue sin cuajar un partido verde con presencia.

-En los países del Sur donde la alternativa a la socialdemocracia la juegan los neocomunistas. No así en Centroeuropa donde la influencia de la etapa comunista ha generado un rechazado a estos partidos. De todas maneras, el paradigma verde no debe ser, no es, exclusivamente ecologista sino que tiene que dar respuestas a todos los problemas de la sociedad. El verde es el único modelo político nacido en el siglo XX puesto que todos los demás proceden del XIX. Recoge los límites en cuanto al uso de recursos. En el Sur, hemos tenido dictaduras y somos sociedades menos opulentas. Hace 14 hubo un intento de transformar IU a ese paradigma, que fue frustrada por el PCE. Sólo querían socialdemocracia con un lenguaje más duro, con más presencia de lo público.

-El Gobierno ha difuminado Medio Ambiente en un ministerio único con Agricultura.

-Y algo más grave. Si hay una crisis del ladrillo, se opta por que ponga ladrillos el Estado. Y no es eso. Se contrata a las empresas para que hagan autovías, autopistas y líneas de alta velocidad. Modelos nada eficientes que disparan las emisiones de CO2. El anterior Gobierno dijo que iba a invertir 400 millones anuales contra el cambio climático. El plan de infraestructuras de Magdalena Álvarez costaba 16.600. La lucha contra el cambio climático sigue siendo el chocolate del loro. Ahora Zapatero dice que forma parte de sus prioridades. Si es así, que deje de construir autovías, aeropuertos...

-Pero la gente ha de vivir en un país de hoy.

-Sí, pero por qué tenemos que ir en un tren a 300 kilómetros por hora cuando podemos desplazarnos comodamente en otro a 150 por hora. El problema de la sociedad es el de la velocidad. La diferencia entre una caricia y una bofetada está en la velocidad a la que va la mano. La diferencia en el trato con la Tierra y sus habitantes, que son los que me importan básicamente, pasa por conseguir la energía necesaria para vivir con velocidad. Tenemos que limitar nuestros desplazamientos o hacerlos descarbonizados. ¿De verdad es necesario viajar tanto en avión?

-Y luego está el problema del transporte en la ciudad.

-Ya tenemos un coche por cada dos habitantes y cada vehículo se ocupa por una persona y media. Los usamos para desplazamientos inferiores a tres ó cuatro kilómetros. Yo voy andando al instituto en el que trabajo, a 2,5 kilómetros de mi casa, andando en un trayecto no superior a 20 minutos.

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