Urbanismo intenta mediar para garantizar el suministro eléctrico

La Gerencia de Urbanismo ha reactivado el proceso de mediación entre Endesa y los propietarios de suelos de la ciudad -organizados en las juntas de compensación-, cuya incomunicación y diferencias han dejado en un punto muerto el plan de infraestructuras eléctricas diseñado por el Plan General de Ordenación Urbana para llevar la energía a los nuevos suelos de la ciudad de Córdoba. La situación actual, matizada por la mala coyuntura urbanística, es muy mala: en estos momentos, Urbanismo no podría autorizar la apertura del Hipercor, del Leroy Merlin o dar licencias de ocupación en ninguno de los pocos bloques que se están levantando en la zona. La razón son las diferencias de forma y fondo entre los propietarios de suelo y Endesa.

El primer acuerdo data de 2005. Endesa inició unas obras que interrumpió, afirma, por la falta de pago de las promotoras que ponían en cuestión aspectos como los gastos arqueológicos, más de cuatro millones. El acuerdo se renegoció y todas las juntas de compensación han recurrido esa decisión porque consideran que no se abordó el asunto con ellos, sino con la Asociación de Constructores, que no se le han garantizado la realidad de los costes o que los acuerdos no han tenido la publicidad necesaria.

Urbanismo ha decidido estimar parcialmente esos recursos. Las derramas que tienen que pagar las juntas de compensación -que tienen que construir viviendas o que las han levantado ya como la de Carrera del Caballo o Mirabueno- han sido momentáneamente anuladas en el sentido de que Endesa tendrá que justificar los gastos en los que ha incurrido. Urbanismo entiende que la gestión ha sido correcta por cuanto se pensó en la Asociación de Constructores para hacer viable el acuerdo (en aquellos momentos muchas juntas de compensación no existían). Y se realiza una advertencia, entre líneas, a las promotoras. El Consistorio podría haber contratado por la vía pública las obras del anillo eléctrico de la ciudad y no habría tanto debate. Advierte también de que no pagar puede suponer incumplir los deberes de la urbanización.

La solución, en estos momentos, no se ve próxima y las fechas del calendario corren contra las empresas que en estos momentos están invirtiendo en la ciudad. Endesa se niega a reiniciar las obras hasta tanto no se alcance un acuerdo económico definitivo, algo que está recibiendo las críticas del sector de la construcción. El cableado de Poniente se encuentra realizado pero el sistema no funcionará hasta tanto no se implanten los transformadores necesarios para distribuir la energía.

La propuesta municipal pasa por sacar del debate los costes arqueológicos -los empresarios de la construcción estiman que no responden a los criterios de mercado- de forma que se puedan negociar de forma independiente mientras se lleva a cabo las obras necesarias.