Córdoba

La última noche en Córdoba

  • Tras una cena en Bodegas Campos, los tenistas españoles, a excepción de Fernando Verdasco, disfrutan de una fiesta privada en el pub La Torre de El Brillante

Broche de oro para un fin de semana perfecto. Los héroes de la Armada Española pudieron saborear las mieles de la noche cordobesa en sus últimas horas en la ciudad. Primero, a través de una cena en el restaurante Bodegas Campo, y, después, con una fiesta privada que el Ayuntamiento les organizó en el pub La Torre de El Brillante. Aparte de los integrantes del equipo nacional, a este último establecimiento acudieron algunos representantes de la corporación municipal y los patrocinadores de la Copa Davis. En uno y otro sitio, los tenistas se prestaron a decenas de fotografías, aunque ya sin la presión que conllevar la disputa de un partido. Había que celebrar el pase a la final tras derrotar a los franceses y, al estar en Córdoba, el brindis se hizo con una copita de pedroximénez, un dulce caldo que gustó -y mucho- a los jugadores españoles.

La última noche de la Armada en Córdoba comenzó en Bodegas Campos, donde ofrecieron una nueva sesión de autógrafos y fotografías dirigida principalmente a los familiares de los empleados que habían acudido a la puerta de este restaurante cordobés. Allí, como es tradición, firmaron en una bota de vino. Lo hicieron junto a La Sacristía, cerca de otros que tienen el sello del ex futbolista del Real Madrid Di Stéfano, el torero Finito de Córdoba y el bailaor Joaquín Cortés. Como declaró el personal de Bodegas Campos al que accedió El Día, "es un gran privilegio tenerlos aquí".

Probaron prácticamente todo lo que hay que probar cuando se pasa por Córdoba. Jamón de los Pedroches, vino de Montilla-Moriles y el salmorejo, el plato más popular de la cocina local. Pero lo que más gustó y sorprendió fue el pedroximénez, el vino que acompañó al postre, naranja al aceite de arbequina. Tomaron ajoblanco con langostinos y trigueros, de entrante, y carrillada ibérica de Covap -uno de los patrocinadores de la semifinal junto a Hojiblanca- como plato principal.

Desde allí, todos, a excepción de Fernando Verdasco, se trasladaron a La Torre, un pub que se ha vestido de gala para la ocasión y había cuidado hasta el más mínimo detalle para que los jugadores se sintieran "a gusto" en su último noche en Córdoba, como así lo señaló uno de los responsables de la empresa que gestiona este establecimiento próximo a la avenida de El Brillante. Cuando entraron los héroes de la Armada sonó Danza Kuduro, la canción más popular del verano y sustituta del clásico We are the champions que suele sonar en estas ocasiones.

Feliciano, Nadal y Ferrer lo bailaron prácticamente de todo, pero donde se mostraron más duchos fue con las rumbas, sobre todo en el caso del toledano y el manacorí, que festejaron así la victoria frente a Francia. Lo que más les gusto fue, sin duda alguno, el espectáculo de flamenco que se desarrolló en este mismo pub. Tanto los camareros como los algo más de 200 asistentes que hubo en La Torre trataron de buscar la fotografía con cualquier -o todos- los integrantes del equipo que capitanea Albert Costa.

Tampoco hay duda de que Córdoba, por su afición y su organización, ha puesto el listón muy alto a la ciudad que sea sede de la final de la Copa Davis, que disputará contra Argentina. Sevilla ha sido la última en postularse. Su alcalde, Juan Ignacio Zoido, anunció su intención a través de su cuenta de Twitter y declaró que espera acoger la final en la plaza de toros de La Maestranza, si bien los índices pluviométricos que presenta Sevilla a comienzos de diciembre obligarían a cubrir el ruedo.

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