Vecinos del barrio de Fátima han emprendido una recogida de firmas para exigir al Ayuntamiento medidas contundentes para evitar los asentamientos de rumanos en la zona, según confirmó el presidente del colectivo Amanecer de Fátima, Francisco Bellido. El representante vecinal reconoció la "dificultad" de resolver un problema "que lleva años enconado en la ciudad" y exigió "más rigor policial" a la hora de exigir "comportamientos cívicos" a los grupos de inmigrantes asentados en esta zona de la capital.

Bellido aclaró que en la recogida de firmas no subyace un sentimiento xenófobo, sino problemas puntuales de "sanidad" en torno a los asentamientos e incluso de seguridad ciudadana. "La Policía Local llama la atención a los jóvenes que beben alcohol en la calle, pero en cambio se lo permiten a los rumanos, que lo hacen a plena luz del día y en el parque", aseguró Bellido. Los vecinos han recabado ya 400 firmas, que confían en poder entregar al Ayuntamiento después del verano. Los residentes, además, han solicitado sendas reuniones para intentar encontrar una solución al problema con el subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz, y el alcalde, José Antonio Nieto.

Los pequeños asentamientos en Fátima son un problema denunciado por los vecinos en reiteradas ocasiones en los últimos años. Aunque el chabolismo es extraño, los inmigrantes suelen establecerse en varias furgonetas durante semanas en determinadas zonas del barrio, como en la calle Historiador Jaén Morente, en la salida hacia La Campiñuela. Actualmente, dos familias permanecen en la parte trasera de los cerramientos del colegio de educación Infantil y Primaria Séneca Sociedad Cooperativa y junto al instituto de Secundaria Gran Capitán, en la zona que linda con el arroyo Pedroches.

Los residentes denunciaron que "el día lo pasan removiendo la basura de los contenedores, que dejan sobre la acera, bebiendo y comiendo en el parque, donde dejan las litronas vacías y los desperdicios en el suelo en el suelo y en los bancos, e incluso orinan en la plaza". En la zona que hay detrás de los edificios -según afirman los vecinos- "cocinan y se asean", por lo que se acrecientan "las condiciones higiénicas de una zona que ya está totalmente deteriorada".

Los asentamientos no son el único problema existente en Fátima. Los vecinos, de hecho, han denunciado en numerosas ocasiones que están cansados de no poder pasear por determinadas calles con tranquilidad debido a la presencia permanente de jóvenes dedicados supuestamente al menudeo de drogas, una actividad contra la que los residentes han iniciado otra recogida de firmas. Bellido destacó que la venta de sustancias ilegales está creando una sensación de "total inseguridad" entre los habitantes de esta zona de la ciudad, que incluso evitan pasar por determinados puntos. La zona más conflictiva es la plaza Amanecer. Para el colectivo vecinal, la vía más fácil y eficaz para evitar el menudeo es "reforzar la presencia policial en la zona".