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El jurado halla culpable al acusado de matar a su mujer de 40 puñaladas

  • El veredicto aprecia las circunstancias agravantes de alevosía y ensañamiento, y descarta atenuantes en la conducta del procesado.

Manuel R.M., acusado de asesinar en Lebrija a su ex pareja, la hija de la cantaora Juana Vargas.

Manuel R.M., acusado de asesinar en Lebrija a su ex pareja, la hija de la cantaora Juana Vargas. / EFE

El jurado popular ha hallado culpable por unanimidad de un delito de asesinato a Manuel Rodríguez Muñoz, el hombre que en la madrugada del 9 de diciembre de 2015 asestó 40 puñaladas a su ex mujer, María del Castillo Vargas –hija de la cantaora Juana Vargas-, después de que ésta se arrojara por el balcón de su casa en Lebrija tratando de huir del agresor.

Los nueve ciudadanos que conforman el jurado han emitido un veredicto de culpabilidad, en el que aprecian las circunstancias agravantes de alevosía y ensañamiento, pero no aprecian ninguna de las atenuantes planteadas por la defensa: la de haber confesado el crimen, actuar en un arrebato u obcecación, y la de hallarse bajo los efectos de la cocaína.

El veredicto ha sido unánime a la hora de considerar que el acusado dio muerte de forma "intencionada y sorpresiva" a su mujer y que lo hizo "aumentando innecesariamente el dolor" de la víctima, lo que constituye el ensañamiento. Manuel Rodríguez también ha sido hallado culpable de ejercer una violencia física y psíquica sobre la mujer, y de haber quebrantado la orden de alejamiento que le prohibía acercarse a la víctima o aproximarse a su domicilio.

El jurado ha precisado que el acusado, pese a tener conocimiento del auto en el que se le imponía esa orden de alejamiento, sobre las cuatro y media de la madrugada del 9 de diciembre de 2015 acudió al domicilio de María del Castillo Vargas, en la localidad de Lebrija, accediendo al mismo de forma sorpresiva y "guiado por el propósito de acabar con su vida". Así, señalan que la mujer se hallaba durmiendo en el sofá y que al verse sorprendida, Manuel Rodríguez inició una "fuerte discusión motivada por los celos" que tenía e insistiendo en ver los mensajes de su teléfono móvil.

A continuación, la golpeó y le tiró de los pelo, cogiendo un cuchillo de la cocina con el que se dirigió hacia la mujer, que para tratar de salvar su vida se descolgó por el balcón de la terraza.

El veredicto añade que el acusado siguió a María, saltando por la ventana, y ya en la calle se "abalanzó" sobre ella y le clavó el cuchillo hasta en 40 ocasiones, ocasionándole un "sufrimiento que no era necesario para producirle la muerte". El jurado también ha declarado probado por unanimidad que el acusado sometió a su mujer a malos tratos.

Tras la lectura del veredicto, la Fiscalía de Sevilla ha vuelto a reiterar su petición de 31 años de condena para el acusado por cuatro delitos: uno de quebrantamiento de medida cautelar, por el que pide un año de prisión; otro de allanamiento, por el que reclama dos años ; 25 años de cárcel por el delito de asesinato; y otros tres años de prisión por maltrato habitual. Las acusaciones particulares que ejercen los familiares han pedido la misma pena y también la acusación popular que ejerce la Junta, mientras que la defensa ha pedido que se impongan las penas en grado mínimo.

En su declaración en el juicio, Manuel Rodríguez Muñoz defendió una versión increíble, según la cual, todas las puñaladas que recibió la víctima fueron durante un "forcejeo" que mantuvo con ella. "Forcejeamos, levanté las manos y me eché hacia atrás" y en ese forcejeó, prosigue, "ella se dio en el cuello" con el cuchillo. A continuación, el acusado dijo que se puso "nervioso" y entró en estado de shock, mientras María, continuó, se lanzó por el balcón. Cuando miró, la encontró en el suelo, en medio de un “charco de sangre”, y saltó, rompiéndose un tobillo y una muñeca, y entonces fue a buscar el coche, personándose en la Jefatura de la Policía Local, donde les dijo a los agente que su mujer “se había tirado y estaba en el suelo”. “Yo eso no se lo he hecho a mi mujer, no es cierto que la acuchillara”, aseveró el acusado, que también negó los malos tratos a pesar de que ya ha sido condenado a nueve meses de cárcel por un delito de lesiones y que tiene pendiente otro juicio por el que se le puso una orden de alejamiento que estaba en vigor cuando se produjo el crimen. "Jamás en la vida se me ha pasado por la mente hacerle eso a mi mujer. Nunca he tenido problemas con ella, de ninguna clase”, agregó en su descargo.

María del Castillo Vargas había presentado dos denuncias por malos tratos contra el acusado, una en junio y otra en noviembre de ese mismo año, la segunda de las cuales dio lugar a que se dictara una orden de alejamiento. El 27 de noviembre de 2015, un juzgado de Lebrija le impuso una orden de alejamiento por los malos tratos, pero a pesar de que el acusado tenía conocimiento de esta prohibición, sobre las 4:30 hora del 9 de diciembre de 2015 acudió al domicilio de su ex pareja y la asesinó.

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