Sostiene el consejero Aguirre que el 80% de los andaluces habremos tenido covid cuando acabe el mes de febrero. Desconocemos la base científica de tal afirmación, pero dicho queda. Asegura igualmente el dirigente cordobés que el caos que reina en la Atención Primaria estará resuelto en un mes y medio aproximadamente. Pues qué bien. Mientras, el principal grupo de la oposición en la Cámara autonómica, el PSOE, ha sacado a pasear a sus parlamentarios para que se fotografíen a las puertas de los ambulatorios y denuncien el desaguisado que, según ellos, ha creado el gobierno del cambio de PP y Cs en la sanidad pública. Eso sí, de lo que generaron los socialistas en la anterior legislatura en materia de salud y que les costó -en gran medida- dejar el poder, ni mu.

El presidente andaluz, Juanma Moreno, amaga con elecciones, pero no da el paso, mientras que sus socios de Ciudadanos preparan su casi defunción, Vox sigue tratando de ensuciar la vida pública y a los partidos de la izquierda no se les espera en ningún sitio ante el maremágnum de proyectos, siglas, coaliciones y demás en los que andan envueltos para las autonómicas.

Este es el panorama que hemos vivido en los últimos días, al que hay que sumar los miles de contagios de coronavirus que se anotan a diario y las cifras de personas fallecidas con esta enfermedad diagnosticada. Pero además, hay otra realidad, otra verdad a la que cuesta mirar, sobre todo por parte de nuestros políticos, y que han puesto sobre la mesa organizaciones tan poco sospechosas como son Cáritas y Oxfam Intermón, con dos informes muy contundentes que vienen a decir prácticamente lo mismo: la pandemia está agrandando las desigualdades, cada vez hay más familias en situación de pobreza y los jóvenes son el colectivo que más está notando el efecto de esta lacra.

Por aportar solo algunos datos, Cáritas expone que ser joven es uno de los factores de exclusión social que ha sacado a la luz el covid-19, que después de casi dos años ha dejado a 11 millones de personas en esta situación, 2,7 millones de jóvenes de entre 16 y 34 años, y ha duplicado la precariedad laboral, que alcanza a casi dos millones de hogares. Oxfam apunta que más de un millón de personas pasaron a encontrarse en situación de carencia material severa, es decir, con dificultades para hacer frente a gastos de suministros esenciales o para comer carne dos veces a la semana, mientras que los 23 principales milmillonarios españoles vieron crecer su riqueza un 29% desde el inicio de la covid.

Con estas cifras, quienes se han dedicado en la última semana a desviar la atención, ya tienen trabajo suficiente para tratar de mejorar la cosas, porque esa otra cara de la pandemia nos deja en muy mal lugar a todos como sociedad. Ahora tienen la opción de afrontar la situación de frente o mirar hacia otro lado. Se admiten apuestas.