Sevilla FC | La resaca de la Supercopa

El enojo que Mendilibar trae facturado de Atenas: de Monchi a Suso

José Luis Mendilibar y Bono, tras la final de la Supercopa de Europa.

José Luis Mendilibar y Bono, tras la final de la Supercopa de Europa. / AFP7 / Europa Press

No disfruta de un inicio de temporada sereno y estable José Luis Mendilibar. Y no sólo por el decepcionante arranque, con el inesperado tropiezo ante el Valencia en la Liga y la derrota, aun muy honrosa, ante el City en la Supercopa. Fiel a su estilo directo y franco, el preparador vasco se muestra inquieto en la cuenta atrás del mercado y no ha dudado en airear su malestar por dos cuestiones que surgieron antes y durante la final: la llamada de Monchi a Marcos Acuña para llevárselo al Aston Villa si hay acuerdo de traspaso y la actitud de Suso en la tanda de penaltis, en la que finalmente no actuó.

Mendilibar tardó en mover el banquillo y, condicionado por el hecho de que no había prórroga, decidió tirar de Suso y Rafa Mir para los penaltis. Los sacrificados, Erik Lamela y Youssef En-Nesyri. Curiosamente, Lamela fue uno de los que lanzaron y transformaron la pena máxima en la final de la Europa League ante la Roma (los otros fueron Ocampos, Rakitic y Montiel, quienes también lanzaron y anotaron su gol ante el City), pero el preparador vasco depositó su confianza en Suso, un jugador que acabó la pasada temporada a buen nivel y que fue clave en la semifinal ante la Juventus por su golazo, el del empate provisional en Nervión.

Así, la quiniela de los lanzadores sevillistas en la tanda ante el City fue discurriendo por la pura lógica: primero Ocampos, como en Budapest. Luego Rafa Mir, experto y que salió para eso. Luego otros especialistas como Rakitic y Montiel. Hasta que Bono estuvo a punto de tener el quinto tiro inglés, del defensa Walker, y le tocaba el turno al último sevillista. Esa lógica se rompió de repente. ¿Y Suso? ¿No salió a lanzarlo, como Rafa Mir?

Sin decirlo directamente, Mendilibar señaló al gaditano en la rueda de prensa posterior al partido. Se arrepintió de prescindir de Lamela. "Me he equivocado al quitarlo. Si se hubiera quedado hasta el final habría tirado penalti, no sé si hubiese metido o no. Me equivoqué al quitarle, porque pensaba que el que entraba por parte de él (Suso) podía tirar un penalti y estar mejor. No ha sido así y me he equivocado yo. Te lo digo yo porque es así". Por eso el fallo de Gudelj fue como un puñado de sal en una herida abierta.

Suso figuraba en la mayoría de las quinielas como titular en la final de la Supercopa, pero finalmente se quedó en el banquillo y sólo tomó parte muy al final, con la misión de lanzar el penalti. No parece que lo digiriera bien el jugador, quien ya mostró su malestar por unas palabras de Mendilibar al poco de asumir las riendas del equipo, indicando que Suso debería “correr más” si quería ser titular en la banda derecha.

El picante que el preparador de Zaldivar echó en la rueda de prensa posterior a la final no quedó ahí. Volvió a cargar contra el hecho de que el Sevilla juegue hasta cuatro partidos oficiales antes del cierre del mercado y enfocó su contrariedad, sin dar nombres, hacia el hecho de que Monchi, director deportivo del Aston Villa, haya tocado a Marcos Acuña para llevárselo antes de toda una final continental. “Me están tocando las narices desde todos lados y lo normal es que se vayan. Hablan con los jugadores antes que con el club, llegan a acuerdos con el jugador antes que con el club, ofrecen miserias al club, pero engañan al jugador. Ante eso, es muy difícil. Un jugador con dos años de contrato (Acuña), le están tocando las narices por ahí y son cosas que no entiendo. Dicen que hay sanciones, pero no las termino de ver”.

Ante la temporada ya en curso, Mendilibar se conformaba con mantener a los efectivos de la pasada. “Me hubiera contentado con que se hubieran quedado estos futbolistas, pero sé que es muy difícil”. De momento, Bono viajó a Arabia y el anuncio de su traspaso al Al Hilal es inminente, y otro de los puntales, Acuña, ha recibido una oferta mucho más suculenta para sus intereses que para los del Sevilla.

El vasco es víctima de la tensión que marca, pues, los días previos al cierre del mercado porque a las necesidades que ya de por sí tenía el equipo (un extremo izquierdo, un delantero, un medio defensivo) se va a unir la de un relevo para Bono (el croata Dominik Livakovic es el mejor colocado) y, posiblemente, otro para Acuña si hay acuerdo para un traspaso.

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