La causa para la canonización de la Hermana Cristina ha recibido el impulso que podría llevar definitivamente a la carmelita descalza fallecida en 1980 a los altares: Roma ha dado luz verde a la investigación de un posible milagro atribuido a la religiosa del monasterio de la Santísima Trinidad, en San Fernando. Y ha ordenado la apertura del proceso canónico correspondiente, que comienza ahora con su fase diocesana. 

Esta novedad ha hecho que el vicepostulador de la causa, el carmelita fray Luis David Pérez, tras recibir la notificación de Roma haya tenido que venir de inmediato desde Costa Rica, donde actualmente ejerce su labor religiosa, a San Fernando para afrontar los siguientes pasos relativos a la investigación del milagro. 

El propio vicepostulador, que estará en La Isla hasta el mes de abril, anunció la apertura del proceso del milagro a los fieles en el transcurso de la misa que cada día 24 -coincidiendo con su fallecimiento- se dedica a la Hermana Cristina y en la que se reza por su pronta canonización. Tras la eucaristía celebrada en la iglesia conventual del Carmen, fray Luis David informó a los asistentes de las novedades que llegaban desde el Vaticano y que los asistentes acogieron con entusiasmo y alegría. 

"Tengo la impresión de que Dios tiene prisa en la beatificación de la Hermana Cristina", llegó a decir el carmelita, que ya ha mantenido una reunión en el Obispado de Cádiz para abrir el proceso. 

Sobre el posible milagro que termine impulsando la beatificación de la Hermana Cristina se mantiene absoluta reserva por el momento.  

Tal y como establece el Dicasterio de las Causas de los Santos, el proceso sobre el milagro comienza con su fase diocesana en la que el postulador -o en este caso el vicepostulador- "debe reunir todas las pruebas documentales e instrumentales, respetando las leyes civiles locales relativas a la privacidad de las personas implicadas, especialmente si son menores". 

Su misión -antes de que el proceso se derive a Roma- es presentar al Obispo diocesano lo que se llama el libelo de demanda, que incluye una cronología detallada del caso (el posible milagro), todas las pruebas documentales e instrumentales relativas al caso, la lista de los testigos oculares y otras personas que puedan dar testimonio de lo sucedido, especialmente los médicos que atendieron a la persona sanada, el personal médico-sanitario en el caso de las curaciones, o eventuales figuras técnicas en otros casos, así como aquellos que hayan invocado al beato o al siervo de Dios cuya causa se promueve. 

La investigación del posible milagro según el proceso establecido por el Dicasterio supone en todo caso un acicate para empujar la causa de la Hermana Cristina, que a lo largo del último año y medio ha sumado numerosas adhesiones, especialmente entre las hermandades.

La apertura del proceso de canonización de la Hermana Cristina se remonta al 24 de julio de 2005, año en el que precisamente se celebró el 25 aniversario de su fallecimiento. Recogida toda la documentación y la declaración de los testigos el proceso diocesano se clausuró el 30 de noviembre 2008 en una solemne ceremonia que presidió el entonces obispo diocesano, Antonio Ceballos.

Las cajas con toda la documentación, selladas y lacradas, fueron enviadas a la Congretación para las Causas de los Santos (el actual Dicasterio). El 20 de febrero de 2009 se procedió a lo que se llama la apertura del transunto en la causa.