Un tramo del colector de la calle Real ha sido rehabilitado sin la apertura de ninguna zanja. La actuación, destaca el gobierno municipal, ha sido posible gracias a una  innovadora tecnología de "curado luz ultravioleta" que permite no abrir calzada y por tanto reduce el impacto medioambiental de este tipo de trabajos.

La obra ha sido ejecutada por Hidralia, la empresa concesionaria del servicio municipal de abastecimiento y alcantarillado, en tan solo una jornada. La intervención y la técnica empleada forman parte de la estrategia del Ayuntamiento y la adjudicataria para mejorar la gestión del ciclo integral del agua, aumentar la eficiencia y reducir las pérdidas en las redes de suministro. Los objetivos son la mejora de la calidad de vida de los vecinos y vecinas y el avance en sostenibilidad y protección medioambiental, cumpliendo así con los retos planteados por el contexto de la emergencia climática.

Este compromiso y las inversiones "millonarias" realizadas en los últimos años para modernizar la red de alcantarillado y abastecimiento hacen que San Fernando sea hoy referente en el aprovechamiento hídrico, superior al 90%, lo que la sitúa entre 10 y 15 puntos por encima de la media española.

Trabajos en el colector

En total se han renovado más de 90 metros de tubería, poniendo en servicio un tramo de colector inutilizado debido a su estado de deterioro. Al no tener que abrir la vía para renovar las conducciones se ha conseguido desarrollar la operación en solo un día, después de una planificación de dos semanas. Esta tecnología, destacan, evita además realizar cortes de tráfico, incluso mantener la normal circulación del tranvía, cuando la intervención se ha ejecutado en un tramo junto a la parada de La Ardila.

El sistema de rehabilitación por manga con curado luz ultravioleta es uno de los sistemas más rápidos que existen para la reparación de tuberías, ya que los equipos de instalación posibilitan la ejecución de la actuación prácticamente sin perturbaciones para la ciudadanía residente.

Para ello utiliza una especie de lona de un material polimérico, denominada manga, que se introduce en el interior de la conducción y que está tratada con resina para adherirse a las paredes de la tubería, logrando cubrir sus imperfecciones y pequeños desperfectos, permitiendo su funcionamiento sin filtración.

Una vez verificado que todo está en perfecto estado gracias a una inspección con cámara, se coloca la manga en el colector, adecuándose a los metros que deben ser reparados. A continuación se introduce aire comprimido para que la manga se expanda hasta adaptarse a las paredes de la conducción. Ya fijada, pasa por su interior una máquina con lámparas ultravioletas, que permitirá el secado de la resina y la adhesión del material al tubo, cubriendo todas las juntas y desperfectos. Antes de poner en servicio la red de nuevo, se abren las acometidas mediante robot fresador y se realiza una inspección con cámara para comprobar que todo ha quedado correctamente en el tramo rehabilitado.