Tinta y borrones

Ser positivo

Lo que se busca cada vez más es la cara amable, la foto sonriente, la que no traiga problemas

Dice el consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez, que hay que ser positivo en esta vida. Lo dijo durante una visita a Córdoba en la que dio cuenta de una nueva plataforma de apoyo para lograr la candidatura de Medina Azahara como Patrimonio Mundial de la Unesco y cuando después se le preguntó por algunas de las cuestiones pendientes de su departamento en Córdoba. En primer lugar, por la gestión que la Junta ha hecho de la instalación de palcos en la carrera oficial, más concretamente algunos de los montajes en los andenes del monumento. Vázquez aseguró que había que ser positivos porque la Mezquita no había sufrido daños durante la Pasión y que el año que viene ya se verá. Sobre las obras en el Salón Rico de Medina Azahara -que lleva casi una década cerrado y cuyo convenio con la World Monument Found ha sufrido varios retrasos- volvió a aplazar el acuerdo pero, insistió, hay que ser positivos y pensar que el yacimiento arqueológico puede conseguir la designación de la Unesco.

Le cojo prestado a mi compañero tertuliano Ángel Ramírez la idea de que el consejero parece asociado a la política coach del pensamiento positivo, de l todo fluye, de las emociones y los sentidos. Como si tuviéramos que rebajar el nivel de exigencia a nuestros representantes público, el responsable de Cultura parece incluso que le sorprendió que le pidiéramos cuentas por asuntos de relevancia para la ciudad. Hay que ser positivos, mirar hacia adelante y mañana ya verá el tuerto los espárragos (que diría mi santa madre).

No es el único político que se ha apuntado a esta moda. Últimamente parece que a los cargos públicos les incomoda enfrentarse a preguntas que no estaban en el guión. De hecho, cada vez son menos las apariciones públicas y más las notas y fotos que se envían para controlar durante todo el momento el mensaje. Hay que reconocer que el consejero de Cultura sí que se expuso. La semana pasada hubo una visita del consejero de Fomento, Felipe López, a Córdoba y ni siquiera se anunció. Por la tarde se enviaron las informaciones correspondientes para asegurarse el mensaje y quizá, para que no se preguntara sobre las cuestiones pendientes, que en su cartera son muchas en Córdoba.

Lo que se busca cada vez más, y sobre todo cuando hay elecciones a la vista, es la cara amable, la foto sonriente, la que no traiga problemas y, si alguien los plantea, hay que ser positivo, que la vida son dos días. Deje de quejarse, oiga.

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