Dice Daniel Innerarity, catedrático de Filosofía Política y Social, que, cuando en 2013 en Italia, el Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Pepe Grillo exigió al Partido Democrático (PD), de Pier Luigi Bersani, que las negociaciones para formar gobierno fueran retransmitidas en directo, por streaming, todos los observadores políticos entendieron que eso significaba que no iba a haber acuerdo. Efectivamente, no lo hubo. Escribía días después el periodista y escritor Francesc-Marc Álvaro : "fue pura propaganda; fue un ritual purificador de cara a la parroquia".

Algo está pasando en la política en general y el término "indignación" con que últimamente viene asociada lo refleja con dramatismo. Nunca en la historia ha habido tantas posibilidades de acceder, vigilar y desafiar a la autoridad, pero nunca se ha sentido la gente tan frustrada en relación con su capacidad de hacer que la política sea algo diferente.

El lamentable e inútil espectáculo del debate sobre la prisión permanente revisable es un buen ejemplo del momento que vive la política española actual, el comunicado de Ruth Ortíz del lunes, debería poner a pensar a algunos, si eso es posible. O la subida de las pensiones, sin aclarar aún, que Rajoy hizo en el Congreso hace dos días, cuando las calles estaban tomadas por jubilados. O el papelón, que hicieron los dirigentes del PP, con el análisis de la huelga feminista. Hubo tantas opiniones como minutos hay en una hora. Estas son las consecuencias de vociferar consignas para recuperar sectores de voto sin atender a la inteligencia ni a la razón.

Una vez que los líderes de la nueva política, los de la política vintage y los de la viejuna política, nos han traído hasta aquí, sigo prefiriendo la discreción en una negociación al streaming. Detectar la sensibilidad de estos momentos y tratar a los ciudadanos como adultos solventes e inteligentes, es fundamental para no perder la gestión democrática de la política. Rajoy está a un tris de parecerse a ese Aznar que hablaba con un acento un cuarto tejano, un cuarto madrileño y mitad ninguna de las otras dos, para ganarse la simpatía del respetable.

Hay demasiados debates abiertos en calentones y cerrados en falso. El Pacto de Toledo, la organización territorial del estado, la financiación de los derechos fundamentales, la igualdad de oportunidades, la prisión permanente revisable, los efectos del cambio climático, la educación, el Concordato. Con todo esto no es tiempo de mensajes trending topic, sino de tomar decisiones.

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