El cauce del Guadalquivir vuelve a abrir la caja de la discordia. El último episodio tuvo lugar ayer cuando el alcalde, Andrés Ocaña, no dudó en afirmar que los datos del volumen de los desembalses de los pantanos que ofrece la Agencia Andaluza del Agua "no siempre coinciden con la realidad". Según Ocaña, la web de este organismo, encargado de la gestión de los embalses, informaba durante la semana pasada que los pantanos se mantenían al mismo nivel, mientras que desde la Junta se afirmaba que se estaba procediendo a un desembalse controlado. 

Estas afirmaciones coinciden con la visita del regidor el pasado domingo a las parcelaciones de la zona del aeropuerto, donde un elevado número de viviendas continúan desalojadas a causa de las inundaciones del 7 de diciembre. Sus propietarios han llevado a cabo varios actos de protesta, como el del pasado jueves a las puertas de la Subdelegación del Gobierno, en el que denunciaron que la culpable de que se repita esta situación es la Agencia del Agua por su "mala gestión a la hora de llevar a cabo los desembalses". El Ayuntamiento ha mostrado su apoyo a los parcelistas, incluso Ocaña anunció que pedirá hoy en la mesa de trabajo que se reúne en Sevilla para abordar las recientes inundaciones que se lleve a cabo "una comunicación más efectiva sobre la ejecución del protocolo de desembalses", así como que se "avance en la línea de crear soluciones" para la situación actual. 

En este sentido, el alcalde insistió en que existen varias alternativas para evitar que las viviendas de las parcelaciones cercanas al aeródromo vuelvan a quedar anegadas de lodo y barro, así como muchas localidades de la provincia a causa de los arroyos. No obstante, reconoció que las inundaciones de las viviendas en la zona de Majaneque se deben a "infracciones urbanísticas", al estar construidas a unos niveles del río que no siguen la legalidad, aunque apuntó que esta situación ya está en conocimiento de la Fiscalía de Córdoba desde hace cinco años. 

Muy diferente es la opinión del consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, que ayer aseguró que los datos que facilita la Agencia Andaluza del Agua sobre los desembalses "no son una cuestión opinable, sino científica". Para el consejero estos datos obedecen a las decisiones que adoptan los técnicos que trabajan en este organismo y que "son los mismos técnicos, con los mismos criterios", que trabajaban en la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Incluso, no dudó en calificar como "excelente" el trabajado desarrollado por estos operarios, que según Díaz Trillo ha posibilitado que el desembalse de los pantanos contribuya a controlar los caudales de los ríos en los que se ubican. 

No obstante, el consejero apuntó que "otra cosa" son las "lluvias abundantísimas" registradas en el último año y medio y que han causado un periodo de precipitaciones "prácticamente desconocido" en Andalucía.

Pero la jornada de ayer no terminó con las declaraciones de Díaz Trillo. Los vecinos damnificados por las riadas en la zona de Encinarejo se congregaron por la tarde en la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía para mostrar también su alarma y descontento con la gestión llevada a cabo por la Agencia Andaluza del Agua. La plataforma Inundados de Córdoba, con cubetas de lodo en mano, exigieron que se den "a conocer los protocolos de emergencia que supuestamente se han activado ante las inundaciones", ya que creen que no han sido debidamente informados ni antes ni después de las mismas. Igualmente, exigen mayor transparencia informativa en cuanto a las actuaciones relativas a la gestión del agua embalsada creen "imprescindible una revisión de la política de gestión del agua y que, por supuesto, se adopten medidas que "integren la seguridad de toda la población que vive cerca de los ríos y los usos agrícolas y ganaderos con los que conviven".