Córdoba

Absuelven a los ocho turistas por el incidente del rezo en la Mezquita

  • La sentencia señala que no está probado que los acusados idearan un plan delictivo

El Juzgado de lo Penal número cinco de Córdoba ha absuelto a los ocho turistas musulmanes austríacos que protagonizaron un altercado en el interior de la Mezquita-Catedral el Miércoles Santo del año 2010 por rezar dentro del templo por el rito musulmán.

La sentencia considera probado que los ocho turistas visitaron durante el mes de marzo de 2010 varias ciudades españolas por un viaje cultural organizado por la Asociación Jóvenes Musulmanes de Austria. Concretamente, llegaron a Córdoba el 31 de marzo, coincidiendo con el Miércoles Santo. Durante la tarde los ocho acusados junto al resto del grupo visitaron la Mezquita-Catedral y una vez en su interior, en una zona no expresamente dedicada al culto católico, uno de ellos -Z. E. A., comenzó a rezar por el rito musulmán, siguiéndole de forma espontánea más compañeros. Al percatarse de ello un auxiliar del servicio de seguridad del edificio se acercó hasta el grupo para pedir que dejasen de orar. Tras la negativa, se personó otro vigilante de seguridad, quien "airadamente" le hace la misma petición al líder del grupo, momento el que se inició un forcejeo entre éste y varios de los miembros del grupo que pretendían que Z. E. A. acabara el rezo.

El juez concluye que una vez que el líder finalizó la oración salió corriendo en dirección a la puerta de entrada. Pero al llegar a este punto lo retuvo el portero de seguridad hasta que se personó de nuevo el vigilante que lo cogió del cuello y se lo llevó a un rincón próximo. "Muchos de los integrantes" se "arremolinaron" en torno a ellos", añade la sentencia.

Los compañeros comenzaron a pedirle al vigilante que dejasen libre a Z. E. A., llegando algunos incluso a tratar de liberarlo por la fuerza, extremo que impidió el vigilante.

Tras personarse la Policía Nacional en la Mezquita-Catedral los integrantes del servicio de seguridad explicaron a los agentes lo ocurrido "todo en un clima en el que los ánimos estaban muy caldeados". Uno de los turistas austríacos, E. G., escayolado de una pierna y con muletas, comenzó a vociferar por lo que dos uniformados lo redujeron y le tiraron al suelo, siendo detenido.

De este episodio, el juez señala que no ha quedado acreditado que los ocho acusados se pusieran previamente de acuerdo para una finalidad delictiva y tampoco que hayan ejecutado una alteración manifiesta del orden público. Las grabaciones, según el juez, acreditan que los turistas no formaron una especie de cordón de seguridad en torno al rezo, como mantienen los vigilantes del templo.

El fiscal aseguraba que, cuando el vigilante tenía cogido por el cuello al líder musulmán, hubo un momento en el que otro de los ahora absueltos se abalanzó y le lanzó una cuchillada hacia el pecho con una navaja, acción que pudo ser esquivada, aunque le produjo un corte en la mano izquierda. El magistrado, sin embargo, dice que "no queda constancia de una agresión con navaja", en base a las declaraciones de los protagonistas y de una grabación de vídeo que fue facilitada al juez. Además, ve "poco verosímil" que en un "choque de fuerzas" en el que media una navaja de diez centímetros "provoque un levísimo rasguño en la mano de uno de ellos".

El tercer y último episodio a examen judicial consistió en que uno de los musulmanes absueltos levantó una muleta a uno de los policías que llegaron a la Mezquita. El juez no consolida esta versión ante la "contradicción testimonial insalvable" y la "escasez probatoria" de esta acción.

El magistrado aclara en la sentencia que no le corresponde valorar para sancionar "comportamientos socialmente reprochables", que manchan "con intransigente cerrazón, la natural y pacífica convivencia entre religiones".

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