La XIX Cata del Vino de Moriles, que se celebra del 20 al 22 de octubre en el municipio de la Campiña Sur, ha preparado este año un programa especial con el que quiere rendir homenaje a la cultura clásica y a sus raíces romanas, al tiempo que hace un reconocimiento a la villa romana de Fuente-Álamo, en la vecina Puente Genil. La alcaldesa morilense, Francisca Carmona (PSOE), subrayó que “hemos hecho un esfuerzo por innovar y reinventarnos tras 19 años, y en esta edición nos estamos superando con este reconocimiento a la cultura romana, sus raíces e historia, porque también en Moriles hay importantes restos y, además, hemos querido fortalecer la comarca haciendo un acto de homenaje a Fuente-Álamo”.

Carmona destacó la apertura del espacio expositivo a las bodegas de la comarca, “para empezar a relacionarnos y promocionarnos los unos a los otros”. “Es bueno que Moriles sirva de escaparate y apoyo a otros, por eso este año vamos a contar con la bodega Toro Albalá, de Aguilar de la Frontera”, manifestó. En total, la cata contará con nueve expositores de bodegas y cuatro de restauración.

En cuanto al programa de esta XIX edición, la regidora de Moriles señaló la fusión de vino, música y flamenco en las actividades previstas. Los actos comenzarán el 20 de octubre con el nombramiento de Embajador de los vinos de Moriles a Javier Campos, gerente del Círculo de la Amistad. Además, ese mismo día habrá un concierto-tributo a Carlos Santana y una cena flamenca en la que se entregará la IV Llave Bodeguera.

El día 21 de octubre hay previstas visitas por bodegas de la zona y tendrá lugar una exhibición y degustación de cócteles elaborados con vinos del marco Montilla-Moriles, todo ello en la plaza de la Constitución. Finalmente, el día 22 habrá una recepción en las bodegas El Monte y visitas guiadas al centro de la Cultura del Vino de Moriles con posterior degustación de una copa de vino.

El diputado provincial de Juventud, Martín Torralbo, fue el encargado de presentar esta actividad en el Palacio de la Merced y destacó que la cata “permite dar a conocer los mejores vinos de Moriles y la comarca y que, además, tiene una repercusión económica y actúa como motor de desarrollo de la zona”.