Cultura

Tres décadas de lirismo de alto nivel

  • El Coro de Ópera de Córdoba cumple 30 años de promoción y fomento de la música lírica con sus conciertos por toda España

  • Más de 300 cantores han pasado por él a lo largo de su historia

Tres décadas de fomento y promoción de la lírica avalan la trayectoria del Coro de Ópera de Córdoba, una institución que se empezó a gestar en el seno del Gran Teatro en diciembre de 1986 (tras la remodelación del coliseo) aunque su presentación ante el público no se produjo hasta junio de 1987. El catedrático de Canto del Conservatorio Superior de Música Carlos Hacar fue su fundador y primer director, mientras que el tenor Pedro López Castillejo (actual presidente del Círculo de la Amistad) ocupó la presidencia de la recién creada formación musical.

El coro nació en las aulas del conservatorio y con vocación docente y "evolucionó hasta tener una tremenda práctica y soltura escénica". En aquel momento "coros había muchos, pero con voces líricas para cantar en óperas no había nada más que éste", apunta Hacar.

El debut operístico llegó en 1990 en el Gran Teatro con 'Carmen' de Bizet

El entonces director del Gran Teatro, Miguel del Valle Cosano, quiso hacer una programación que incluyera todos los géneros teatrales y entre ellos estaban la zarzuela y la ópera, pero para ponerlos en escena hacía falta un gran coro. La idea fue que el teatro tuviera una formación titular para cubrir ese tipo de espectáculos. Al respecto, Hacar recuerda que entonces había una semana lírica con cinco montajes al año en las que participaba el coro.

El proyecto comenzó con unas 70 personas y sus inicios fueron "inciertos porque nunca se sabe a dónde se va a llegar", señala el catedrático de Canto, y añade que la primera intervención operística se produjo en 1990 en el Gran Teatro, cuando el coro abordó Carmen de Bizet tras un rodaje de tres años.

El Coro de Ópera de Córdoba -que desde 1995 cuenta con el patrocinio de Cajasur- fue el tercero que se creó a nivel nacional. El primero fue el del Liceo de Barcelona y el segundo el de la Zarzuela de Madrid. Esto hizo que en sus orígenes fuera muy demandado. En este sentido, una de las ilusiones de Hacar (que fue director durante diez años) era actuar en el Teatro de la Maestranza de Sevilla, que por aquel entonces se estaba construyendo. Ese sueño se hizo realidad gracias a la influencia del tenor cordobés Pedro Lavirgen -una pieza clave en el desarrollo de este proyecto- y el coro participó en la gala lírica que se celebró el 10 de mayo de 1991 en el coliseo hispalense, con la presencia de la Reina Sofía y la actuación de Teresa Berganza, Montserrat Caballé, Pilar Lorengar, Jaume Aragall, José Carreras, Plácido Domingo, Alfredo Kraus, Pedro Lavirgen y Juan Pons. Éste es uno de los grandes hitos de su trayectoria.

Por otra parte, también fue el coro oficial de la Expo '92, "conseguido gracias a Pedro Lavirgen", agrega su actual director, José María Luque, lo que propició que "tuviera una repercusión muy grande". En ese sentido, Luque destaca que el respaldo del tenor cordobés "fue fundamental para que el coro desarrollara tanto la calidad como la exposición fuera de la ciudad".

A lo largo de su trayectoria ha participado en el rodaje de películas como Callas forever y grabaciones como la zarzuela Doña Francisquita con Plácido Domingo, Ainhoa Arteta y la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla bajo la dirección de Miguel Roa, en febrero de 1994.

Poco a poco las ciudades se han nutrido de coros propios, por lo que asumen muchas de las producciones que se hacen en sus teatros. Aún así, al Coro de Ópera de Córdoba lo siguen llamando para trabajar fuera.

José María Luque -que entró de corista en 2006 y se incorporó al frente de la formación en 2015- manifiesta que el coro se encuentra "en un buen momento en cuanto a la cantidad y calidad de las voces" para abarcar proyectos de envergadura". Ahora mismo y en activo hay alrededor de 80 o 90 componentes y a lo largo de su historia han pasado por esta institución más de 300 artistas.

"Lo que echamos en falta son proyectos de lírica, para los que el coro fue creado", asevera. Así, indica que "Córdoba, que siempre ha tenido una gran tradición, ahora mismo adolece de una programación más constante, más importante, que enganche a un público que, por otro lado, reclama ese tipo de música". Luque cree que esto ocurre "por una cuestión económica, no por falta de interés de las instituciones, porque cualquier producción lírica es cara".

En ese sentido, reitera que el coro se encuentra en un momento "óptimo" pero "nos gustaría que hubiera más oportunidades y, aún así, cuando no las hay tenemos que inventarlas nosotros". Esto es, a través de producciones propias y la participación en otras como Un musical de Palacio y El burlador de Palacio, que se ponen en escena en el Palacio de Viana.

Por otra parte, Luque hace referencia al "interesante" equipo que forman la Orquesta de Córdoba, el Instituto Municipal de Artes Escénicas (Imae) y el coro. La última de esas colaboraciones fue en abril con la ópera Carmen.

El Coro de Ópera de Córdoba es una formación semi profesional en el sentido de que cada componente tiene, al margen, su trabajo. Los ensayos se realizan entre dos y cuatro días a la semana, según demande el proyecto y se acerque la fecha de la puesta en escena, y por la noche, de 20:30 a 22:30. "Participamos en obras complejas que requieren muchísimo trabajo, por lo que son muchas las horas que les dedicamos", asegura Luque.

A lo largo de estos 30 años la formación también ha pasado momentos más delicados pero "lo más extraordinario es que una institución coral y semi profesional se mantenga y además con una calidad muy buena musicalmente hablando y con una presencia importante en Córdoba y fuera", resalta su director.

Ahora sus objetivos son "hacer ópera y zarzuela y animar a las instituciones a que apuesten por este tipo de música para que no se convierta en un producto cultural que sólo esté al alcance de unos pocos".

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