El Audi Q7, un SUV de 5,07 m de largo, recibe su segundo remozamiento en esta actual generación, la lanzada en 2015. El cambio más evidente respecto a los Q7 que se venían vendiendo desde 2019 está en los faros led matriciales con tecnología láser y con firmas luminosas seleccionables en las luces diurnas. También Audi ha decidido reducir los elementos decorativos en su aspecto, dotado con una nueva parrilla que presenta un diseño diferenciado según se trate de los acabados Advanced, en la que tiene forma de gota; o de L, en los S Line y SQ7 TFSI. También los contornos de parrilla y faros se sitúan más altos o se han modificado las salidas de escape. En esta zona posterior, los pilotos son OLED y permiten ofrecer indicaciones de proximidad a otros conductores.

Son nuevos los diseños de las llantas de aleación, que abarcan desde las 20 a 22", así como elementos tales como las costuras de las tapicerías, que son en gris en contraste desde la versión de acceso de la gama. Audi también amplia la gama de pinturas metalizadas para la carrocería con tres nuevos colores: Oro Sakhir, Azul Ascari y Rojo Chili.

Los cambios de aspecto son muy ligeros desde este punto de vista. En su mayor parte se centran en el frontal.

En el equipo de infoentretenimiento, y por primera vez, es posible usar apps de terceros proveedores como Spotify o Amazon Music, mientras que se ha realizado una actualización del Audi Virtual Cockpit. En esta instrumentación ahora se muestra información sobre los sistemas de aviso de cambio de carril, de alerta de distancia, del asistente para cruces o de la pantalla del entorno.

En el caso de los Q7 Advanced, el equipamiento se nutre con más elementos: llantas de 19", asientos con regulaciones eléctricas y memoria para el conductor, retrovisores exteriores con memoria, apoyabrazos de confort, Audi Virtual Cockpit Plus, llave de confort, depósito de 85 litros, Audi Phone Box e integración del smartphone con App Store.

Se mantienen la suspensión neumática y la amortiguación adaptativa de serie en el acabado Advanced, mientras que en los S Line y SQ7 TFSI lo es la suspensión adaptativa deportiva, pero lo que varía es el ajuste de la dirección a las cuatro ruedas que es opcional para todos los Q7 exceptuando el SQ7 TFSi, en el que se ofrece de serie.

La instrumentación puede reflejar ahora el trabajo de asistentes a la conducción y la pantalla central albergar aplicaciones como Spotify o Amazon Music.

Si los cambios son mínimos en el chasis, en lo que concierne a los sistemas de propulsión la mayoría se mantienen invariados respecto a los conocidos anteriormente. Así, la gama arranca con la versión Q7 45 TDI quattro, con un V6 Diesel de 231 CV, cuyo precio parte de 79.000 euros; a la que le sigue la Q7 50 TDI quattro, también con la misma base mecánica, pero de 286 CV y con una tarifa desde 86.270 euros. En los dos casos cuenta con una microhibridación ligera con arquitectura eléctrica de 48 voltios y el cambio es automático de ocho velocidades.

También se emplean estos dos recursos en el Audi Q7 55 TFSI quattro, una versión con motor de gasolina, en este caso íntegramente de aluminio, que rinde 340 CV y cuyo precio de partida es de 85.770 euros.

En cuanto al tope de la gama lo representa el SQ7 TFSI de 507 CV, el único con un 4.0 V8 -el resto son 3.0 V6-, cuyo precio es de 124.770 euros.