l La lluvia marcó ayer las vísperas de la festividad de la Inmaculada, que Sevilla vivirá hoy intensamente.El acto principal tuvo lugar en la Catedral, donde se celebró la Vigilia, presidida en esta ocasión por la imagen de la Inmaculada de los Padres Blancos, que pudo ser trasladada pese a la lluvia. Mientras llegaba la medianoche, muchos tunos vivieron el acto litúrgico de las vísperas en la Catedral, convertida más que nunca por la lluvia en lugar de estancia de los devotos.