Pitó Del Cerro Grande y José González se puso manos a la obra con su obsesión: "Levantar el ánimo" de un vestuario hundido. El entrenador del Córdoba se mostró crítico con la actuación del colegiado y, amén de prometer trabajo y más trabajo, expuso su deseo de que cambie la suerte, que "está siendo decisiva". El gaditano estaba tan perplejo como sus jugadores por el desenlace inesperado de un partido que parecía abocado al empate.

"En el fútbol, se sabe que el que perdona termina pagándolo. Las dos únicas ocasiones que ha tenido el Poli han sido los dos penaltis, así que no podía pensar que íbamos a perder". El gaditano inició su discurso en un tono similar al empleado para valorar el desenlace ante el Eibar, y la conclusión también va en esa línea: "No queda otra que levantarse de un golpe, un golpe fuerte. Todos hemos visto la posibilidad muy clara de hacernos con los tres puntos, pero te vuelves de vacío y con el amargor de la jugada del segundo penalti en el minuto 90. Somos profesionales y estamos para esto: levantar el ánimo cuando podamos y pensar en el siguiente partido. Pero hay un poso importante, son ya muchos partidos. Esto ya lo ha vivido el equipo anteriormente: el otro día el Eibar nos llegó una vez, o media, y también nos marcó. Son situaciones que no se pueden entrenar". "Mañana -por hoy- charlaremos y tendremos que verlo de otra forma. Si no estamos fuertes ahora, vamos en contra nuestra", enfatizó.

El preparador blanquiverde precisó que "no podemos hablar de una actuación brillante del portero rival, sino que han sido todas (las ocasiones) rozando el palo. No creo que sea esto normal". Puesto a resaltar algún dato positivo en el encuentro de ayer en Santo Domingo, apuntó que "35 minutos del segundo tiempo me han gustado mucho. Hemos dado sensación de sobriedad. Quizá nos ha faltado frescura".

El de ayer fue un "partido de disputa. La climatología hacía que hubiese poca fiabilidad en la circulación, y ninguno de los dos equipos ha hecho buen fútbol". "Había mucho talento en el campo, y si no lo han hecho mejor es porque no han podido", puntualizó el técnico.

La labor del árbitro es otro factor difícil de neutralizar. José admitió las "dudas" previas que le generaban las estadísticas del árbitro, y "si a eso le añades que te pitan dos penaltis en el campo del colista, eso te hace dudar y que te duela la situación, porque no es normal. Yo los penaltis no los he visto tan claros como para señalar dos, y más en el último minuto. Pero, si los ha visto, habrá que respetarlos". "Ha podido tener un tinte casero el arbitraje, pero quizá sea una visión parcial al ser el entrenador del Córdoba", matizó.

Finalmente, argumentó que "nos han hecho muchísimas faltas en el centro del campo. Hemos trabajado bastante bien la pelota parada. ¿Se puede trabajar la efectividad? Pues lo vamos a intentar, trabajando más. Creo que la suerte, y eso que es algo de lo que no me gusta hablar en el fútbol, está siendo decisiva para nosotros. Esperemos que cambie en el futuro. Hoy -por ayer- le ha cambiado al Poli".