"Es penalti claro". Para Miroslav Djukic, la jugada clave del partido en Balaídos no entraña ningún tipo de duda. Es por eso que el técnico serbio criticó que el colegiado "cambió de opinión" al protestar los jugadores del Celta. Con todo, el balcánico no lavó la cara a un Córdoba que no estuvo "bien en la primera parte" y que se encontró con el gol en contra una vez que había "mejorado".

"Pienso que Rossi se lleva claramente el balón con el interior y pita penalti, y luego llega la tangana y cambia de opinión. Desde mi posición no sé si está en el área o fuera, pero se lleva el balón con el interior", apuntó Djukic, que al ser insistido reflejó que "vemos que pita el penalti y luego cambia de opinión. Desde donde yo lo veo, se lleva el balón Rossi con el interior, pero no sé si es dentro o fuera. Es claro penalti". "No tengo nada que hacer en el campo. Es una locura lo que ha ocurrido luego, porque entraba todo el mundo al campo, pero mi sitio no está ahí", continuó.

El serbio admitió que "no hemos estado bien en la primera parte, perdíamos balones fáciles, con mucha separación entre líneas y nos pillaban. Hemos mejorado en la segunda con Abel para tener más control y hemos mejorado en tener el balón y sin pasar apuros, aunque el gol llega en una pérdida en mediocampo. Luego, el equipo se ha ido arriba a intentar empatar, pero no lo hemos conseguido". Djukic reconoció que "no" se llevó "ninguna sorpresa" con el Celta, aunque destacó que "el problema de la primera parte era que teníamos pérdidas rápidas que nos dejaban con cuatro hombres descolgados arriba y muchos espacios".