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Berrocal no entiende de hermanamientos

  • El delantero cordobés, fichado en el mercado invernal, lleva siete goles · No habrá favores en el derbi del miércoles en Huelva porque el Recre todavía no está salvado

Recre-Córdoba. Cada temporada, el derbi entre hermanos está rodeado por un halo de buen rollo, aunque en el campo no es igual que en la grada. Y esta campaña, menos. Porque sólo quedan cinco jornadas y, mientras el conjunto de Paco Jémez defiende su plaza de play off de ascenso después de un fin de semana redondo (derrotas del Almería y el Alcorcón y empate del Hércules), el cuadro onubense todavía no ha certificado su permanencia. Eso sí, el 0-2 en Huesca supone un tremendo paso al frente. Como el que ha dado este año Jesús Berrocal, un delantero cordobés en el bando enemigo.

El duelo del miércoles (20:00, Canal Sur 2) en el Nuevo Colombino está subrayado en rojo en la agenda de un futbolista que está despuntando en la Liga Adelante. Cuatro días después de ser presentado por el Recreativo el 1 de febrero, Berrocal cumplió 24 años. Venía de Segunda B procedente del San Roque, desmantelado por sus problemas económicos. Había marcado ocho goles en el grupo IV y otros dos en la Copa del Rey, pero lo mejor estaba por llegar.

Se ha hecho con la titularidad gracias a su olfato. Ya lleva siete goles en sus 14 partidos (1.090 minutos) en Segunda, por lo que su media es de un tanto cada 155 minutos. Para que nos hagamos una idea de lo que está consiguiendo, Borja García marca cada 180 minutos. Y el ex del Rayo Vallecano, pichichi cordobesista con sus 16 dianas, sólo tiene por delante al argentino Ulloa (Almería, 25), Iago Aspas (Celta, 17) y Coro (Girona, 17). El otro candidato al Trofeo Zarra al mejor artillero español es Javi Guerra (Valladolid), también con 16.

Berrocal desea reivindicarse ante el equipo de su tierra. Quizá no hasta el punto de señalarse el nombre por encima del número 16 en un gesto desafiante, pero casi. Porque su éxito actual es el de cualquier futbolista que rompe el anonimato a pesar de ser despreciado en su casa. Formado en la cantera blanquiverde, hizo las maletas con 13 años al firmar por el Espanyol. En 2007 se llevó una alegría por partida doble: se proclamó campeón de Europa sub 19 en Austria y fichó por el Real Madrid. Sin embargo, militó en el tercer equipo blanco, en Tercera, y no pasó de alguna citación con el Castilla. En el mercado invernal del curso 08-09 se enroló en el filial del Racing de Santander, y ahí sí llamó la atención: en el segundo de sus dos partidos con el primer equipo cántabro en la elite, en Riazor, celebró un gol. Era el 5-3 en una clara victoria del Deportivo, pero para él no era un gol más.

Lamentablemente, su destino no estaba en Primera, sino en Segunda B. Se desvinculó del Madrid para recalar en el Granada, con el que marcó seis goles y subió a Segunda. Y vuelta a empezar: sin sitio en la Liga BBVA, pasó al Ceuta. Con sólo dos tantos en un campeonato gris, volvió a cambiar de rumbo: a Lepe. En el San Roque sí explotó y el Recre echó sus redes.

Álvaro Cervera confió en él. Y Juanma Rodríguez, relevo en el banquillo albiazul cuando el entrenador aceptó la propuesta del Racing, también. Su momento de gloria llegó en la jornada 33, cuando fulminó al Guadalajara con un hat-trick. Una pujanza que contrasta con el declive del ex capitán del Córdoba Asen, habituado a quedarse fuera de las convocatorias.

Berrocal está enchufadísimo y deseoso de que llegue el derbi. Pero el CCF también tiene la moral por las nubes: después de sumar un solo punto al no ver puerta en tres citas seguidas (2-0 en Barcelona, 0-0 con el Sabadell y 2-0 en Alcorcón), ha recuperado el sexto puesto con siete puntos de nueve (3-2 al Guadalajara, 3-3 con el Alcoyano y 4-2 al Nàstic). En el primer partido de la temporada con cuatro tantos a favor, Gaspar y Dubarbier se unieron a la lista de goleadores en la Liga (ya son once) y Pepe Díaz volvió a anotar, extendiendo el estado de gracia que explotó en Alcoy con su doblete. El de Almodóvar hizo carrera lejos de los focos mediáticos antes de terminar en el Córdoba, su Córdoba. Berrocal está en ello.

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