Córdoba CF

Depresión sin remedio

  • Los números señalan la delicada situación del conjunto blanquiverde, a años luz de otro objetivo que no sea la salvación

  • El mercado, asidero inmediato para intentar salvar el curso

Rodri se lamenta tras una ocasión fallada en el choque ante el UCAM Murcia, en presencia de Fran Pérez y Albizua.

Rodri se lamenta tras una ocasión fallada en el choque ante el UCAM Murcia, en presencia de Fran Pérez y Albizua. / josé martínez

En muchas ocasiones, los números esconden realidades en esto del fútbol. Otras, sin embargo, son tan reveladores que desmontan discursos cargados de humo y carentes de fundamento. Es el caso del Córdoba, sumido en una depresión para la que no encuentra remedio y que hace, no ya sólo olvidarse claramente del objetivo de pelear por el play off de ascenso, sino empezar a ver peligrar incluso la meta mínima a alcanzar para evitar el desastre, que no es otra que la permanencia. Puede sonar desproporcionado hablar de ver al conjunto blanquiverde en Segunda División B la próxima temporada, pero los números recientes -y no tan recientes- dejan bien claro que la posibilidad es más que real.

Además, las sensaciones que transmite el equipo son casi tan reveladoras como las frías estadísticas y apuntan a una descomposición que el club debe tratar de paliar acudiendo al mercado, que se cierra esta medianoche. Esa es la única bala que queda en la recámara, porque ya se cambió al técnico y ese revulsivo nunca llegó; y el actual plantel ha demostrado por activa y por pasiva su incapacidad para reaccionar y aparcar la pésima dinámica que arrastra.

En un vistazo rápido, ¿qué dicen los números del Córdoba en Liga? Pues tan simple como terrorífico, porque el conjunto blanquiverde sólo ha sido capaz de ganar dos de sus últimos 16 partidos. De hecho, en esa malísima serie, el Córdoba sólo sumó 13 puntos de los 48 posibles. Unas cifras preocupantes y que el cuadro cordobesista debe revertir si no quiere verse empujado directamente al descenso. El gran déficit del equipo que entrena Luis Carrión es su incapacidad para sumar triunfos, pues tan solo ha ganado seis encuentros de los 23 disputados.

Y si preocupantes son los números globales del Córdoba, los que acumula como local son directamente alarmantes. El triste empate cosechado ante el UCAM Murcia convirtió al equipo blanquiverde en el peor local de toda la categoría, igualando los 13 puntos que también suman en su feudo el propio cuadro murciano y el Nàstic de Tarragona. Claro que el balance goleador (-3 en el caso del CCF) deja a los cordobesistas como colistas de esa clasificación.

La endeblez en casa es el gran problema que el Córdoba no ha logrado atajar desde el año pasado. De hecho, el pinchazo del pasado domingo propició que el equipo igualara los siete partidos sin ganar de manera consecutiva ante su afición que ya sufrió la temporada pasada. Entonces, José Luis Oltra aguantó sin ser destituido con unos números sonrojantes de un empate y seis derrotas. Este año, la racha es de tres igualadas y cuatro reveses, fase compartida entre el final de la etapa del valenciano y el inicio de la de Carrión. Esa bala del revulsivo en el banquillo parece ya quemada, más allá de la ilusión que despertó la Copa del Rey con la eliminación del Málaga, convertida luego en tremenda decepción ante el Alcorcón.

Vista la escasa incidencia del cambio de técnico, al club le queda un último asidero al que agarrarse de manera inmediata para tratar de solventar la temporada parando el tremendo golpe que supondría el descenso. Y no es otro que acudir al mercado de manera urgente, pues se cierra esta medianoche, para ampliar el cupo de fichajes más allá de Javi Lara y Bíttolo. La llegada de un punta parece inminente y perentoria, aunque ayer mismo se desvaneció la opción de Kike Sola, que se comprometió con el Numancia.

Entre los muchos ofrecimientos llegados a la dirección deportiva se encuentra el de Gorka Santamaría, delantero cedido por el Athletic Club en el Cádiz. Apenas ocho partidos (con dos goles anotados) ha disputado hasta la fecha con los amarillos un hombre que, según pudo contrastar el Día, es una opción que maneja la dirección deportiva blanquiverde y que no está ni mucho menos descartada, aunque la esperanza es encontrar en las últimas horas del mercado una opción más solvente y atractiva. La posible llegada de algún refuerzo más, por ejemplo el tan ansiado central, dependería de la capacidad del club para dar alguna baja, aunque las deseadas salidas de Samu de los Reyes y Bergdich parecen enquistadas.

De lo que hoy suceda en ese arreón final del mercado puede depender en gran parte el futuro a corto plazo de un Córdoba que no encuentra remedio para paliar su depresión. Y la preocupación ya es real en todos los estamentos de la entidad, porque la posibilidad de descenso se palpa en el ambiente.

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