Córdoba

Un incendio intoxica a ocho personas y obliga a desalojar dos bloques de pisos

  • Las llamas se originaron a las 03:50 en la segunda planta del número 1 de la calle Pintor Pedro Bueno, en La Fuensanta · Los bomberos rescataron a una madre y a su hija, que se encontraba inconsciente

Algunos vecinos huyeron por las escaleras, otros tuvieron que buscar refugio en los balcones y otros se vieron obligados a saltar a la azotea del edificio colindante para salvarse. Un voraz incendio que se declaró a las 03:50 de ayer en el número 1 de la calle Pintor Pedro Bueno, en La Fuensanta, obligó a desalojar 56 viviendas de dos bloques e intoxicó a ocho personas, una de las cuales permanecía ingresada en el Reina Sofía a última hora de ayer.

El fuego sorprendió dormidos a la mayoría de los residentes, que alertados por los gritos y por los ladridos de los perros comprobaron cómo en unos segundos una espesa nube de humo les impedía respirar con normalidad. Las llamas, que se originaron en la terraza de un piso de la segunda planta, se propagó de balcón en balcón hasta la azotea. "Mi hermana se despertó porque había mucha claridad, se asomó a la terraza y vio que el toldo estaba ardiendo", relató Rocío Mozos, de 19 años, una afectada del piso donde se originaron las llamas.

Su padre, José, avisó puerta por puerta a los vecinos de su planta, que consiguieron escapar a pie por las escaleras. Y el ruido empezó a despertar a los otros inquilinos: "Pensé que alguien se estaba peleando y cuando me asomé a la ventana vi el fuego y empezaron a caer cascotes", relató María del Mar Trenas, de la segunda planta. A Rafaela Roldán, de la quinta planta, la despertó el ladrido de los perros: "Mojamos varias toallas, las pusimos debajo de las puertas para evitar que el humo entrara y nos fuimos a la terraza. Era el único sitio donde se podía respirar. Los bomberos nos dijeron que estábamos en el sitio adecuado". La familia de María del Pilar Santiago, de la séptima planta del inmueble, también buscó refugio en la terraza: "Estaba dormida y oí voces. Mi marido intentó abrir la puerta pero había muchísimo humo. No se podía respirar, nos faltaba el aire".

Los pisos más afectados fueron los de las plantas tercera, cuarta y quinta. Y, según el concejal de Seguridad y Movilidad, José Joaquín Cuadra, la vivienda donde se originó el incendio quedó totalmente arrasada. Los peores momentos, sin embargo, se vivieron en la planta cuarta, donde una madre y su hija tuvieron que ser rescatadas por el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS). El humo y la voracidad de las llamas dejó a las dos mujeres atrapadas en la vivienda. Los bomberos se vieron obligados a romper la puerta para rescatar a las víctimas: la hija se encontraba en estado inconsciente, mientras que la madre estaba "muy afectada", informó Cuadra.

Las tareas de extinción se prolongaron durante toda la noche y, ayer a mediodía, los desalojados continuaban en el lugar del suceso planteando su futuro más cercano, pues no podrán volver a sus casas hasta hoy. Muchos inquilinos, que recogieron algunos efectos personales por la tarde, pasaron la noche en casas de conocidos, a excepción de siete familias, que solicitaron al Ayuntamiento que los alojara en un hotel. La alcaldesa se entrevistó con los afectados a mediodía y les informó de que patrullas de la Policía Local custodiarán la zona para evitar los robos, pues algunas viviendas se quedaron sin puertas. Los vecinos, además, tendrán que afrontar el arreglo de las escaleras y de los techos de las zonas comunes, debido a que algunos puntos padecían peligro de derrumbe. Los propietarios reconocieron que el bloque carecía de seguro.

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