Aquién no se le olvida comprar el pan, o yogures para los pequeños, o el gel de baño…? Esa necesidad a deshoras o en días no comerciales es algo habitual. Para esta demanda, a la que no le afecta la crisis, siempre han existido en Córdoba los "desavíos". Tiendas que a la vez sirven desayunos, aperitivos, refrigerios y atienden a los niños del barrio que vienen a por sus chucherías. Todo eso define al local El Abuelo. El lugar en el que cualquier día de la semana de 08:00 a 23:00 puedes encontrar "tus olvidos", donde te atiende Edith Gómez y mientras tomas una cañita o refresco, conversas con vecinos o compras a tu hijo unos "gusanitos". Es el sabor de Córdoba y sus barrios. Sorprende el cariño con el que Edith trata la clientela y cómo los vecinos hablan de este punto de olvido y encuentro.

-Llegaste a España de Ecuador en el año 2000. ¿Cómo una chica de apenas 20 años aterriza en Madrid, sin conocer a nadie, sin trabajo y finalmente en el 2014 termina con un negocio propio y con la capacidad de transmitir el sabor de Córdoba?

-Desde que embarqué en el vuelo con destino España me sentí privilegiada, no todos los que querían venir podían costeárselo. Recién llegada trabajé en Madrid interna realizando labores domésticas, fui pasando por cuidado de ancianos, niños, hostelería… Y conocí a mi actual pareja. Nos marchamos a Toledo a abrir un pequeño negocio que nos fue bien al principio, pero dejo de ser rentable. La crisis también golpeó lugares tan turísticos como aquel. Finalmente hace un par de años a través de Internet encontré este local en traspaso. Poca inversión, una ciudad en la que mi marido tenia familiares…¿Por qué no intentarlo?

-¿Tu día a día en esta ciudad es lo que esperabas?

-Son tiempos difíciles en cualquier lugar, sabía que este tipo de negocio sólo funcionaría con interminables horas de trabajo, sin descanso ni tiempo para mi familia, pero me he sentido muy acogida por el barrio. Por eso dispongo de tanta diversidad de artículos, me cuesta decir "no" cuando me piden algo. Ofrezco desde unas aceitunas, medias de señoras, caramelos, cuadernos, cafés, tostadas, dulces… Sin darme cuenta fui atendiendo todos los olvidos llegando a olvidar lo que yo esperaba.

-¿Qué esperabas? ¿Lo has encontrado?

-Esperaba tan sólo un pequeño negocio en el que generar mi propio empleo en una ciudad que proyectaba una imagen de desarrollo económico a través del turismo. Y he encontrado lo que no esperaba: el cariño de un barrio desconocido y la belleza de una ciudad nueva. Pero a la vez el desempleo y la "pobreza escondida" hace que cada resulte más difícil llegar a facturar el mínimo para cubrir gastos. Como les sucede a muchos otros negocios de "cercanías" cuando abrieron, lo que esperaban, ya no es lo que espero.

-¿Qué aporta El Abuelo a #cometecordoba?

-El sabor del día a día en forma de desayuno, pan recién horneado, dulces, aperitivos, helados, gominolas... Y con respecto a otros establecimientos parecidos, aporta información de cursos y actividades. Sirve de punto de encuentro para dar información sobre lo que hay en el barrio: Clases de recuperación, apoyo de asignaturas para niños, encuentros de lectura…cualquier actividad que potencie la memoria. El Abuelo ofrece todo lo que se nos olvida.