Puerto del calatraveño

ángel Robles

Diálogo de sordos en la casa palacio

Resulta inexplicable que el plenario del a Diputación fuera incapaz de consensuar un acuerdo que permita canalizar la reinvidicación para la conversión en autovía de la N-432.

LO del Palacio de la Merced va camino de convertirse en un patio de recreo en el que los niños hablan pero no se escuchan. Un diálogo de sordos, o de besugos, como reza el dicho popular, tal cual lo protagonizaron el propio presidente de la Diputación de Córdoba, Antonio Ruiz, y el portavoz del partido mayoritario en la oposición, el popular Andrés Lorite. A la sublimación de esta estrategia política, en la que el rival nunca tiene la razón pero el argumento propio es siempre el único válido, se llegó ya al final de la sesión plenaria del pasado martes, cuando los diputados provinciales intentaban debatir sobre asuntos que en los últimos días y semanas han ocupado la agenda pública, como la conversión de la N-432 en autovía o la convocatoria de subvenciones europeas en la última convocatoria, a la que la Diputación de Córdoba ni siquiera ha optado.

Las posiciones de uno y otro grupo están ya tan enquistadas que cualquier debate no merece llamarse como tal, pues carece de la esencia de llegar a un lugar común, de alcanzar acuerdos. Unos se podría decir que están instalados en el "no es no", que hasta hace unas semanas repetía hasta lo extenuante el ya exlíder del PSOE Pedro Sánchez, mientras que los otros están atrapados en el "sí es sí", que para esto de los debates viene a ser lo mismo. No hay votación que implique un cambio de posicionamiento, todo está decidido de antemano, por eso el debate carece de esencia y, lo peor, es que pierde su interés.

En la última sesión plenaria hubo varios puntos, los que realmente implican un diálogo de contenido político, las proposiciones, que terminaron en tablas. Es decir, que acabaron como empezaron, sin mover ni una sola coma. Está claro que unos y otros, a estas alturas del culebrón que protagonizan las cúpulas de los partidos en el ámbito estatal por la negociación de la investidura, evitan comprometer a sus compañeros en las instituciones donde gobiernan. Y, al final, esa falta de unidad perjudica a los de siempre, a los ciudadanos.

Es inexplicable, por citar sólo uno de los motivos de trifulca, que el plenario fuera incapaz de consensuar un acuerdo que permita canalizar la reivindicación para la conversión en autovía de la N-432, teniendo en cuenta además que el Defensor del Pueblo acaba de emitir un dictamen en el que anima al Ayuntamiento de Castro del Río, uno de los municipios afectados, a continuar con sus protestas. El PSOE proponía crear una mesa de trabajo en la Diputación de Córdoba que canalice los esfuerzos de las provincias implicadas -Granada, Jaén, Badajoz y Córdoba-, pero el PP no quiso votar a favor esgrimiendo el argumento de que hay muchas otras carreteras pendientes -y su construcción depende de la Junta- que necesitan ser ampliadas. La creación de la mesa salió adelante porque el cogobierno cuenta con mayoría suficiente, pero la incapacidad para alcanzar un acuerdo sobre este asunto, cuando lo que se aborda es un bien común que beneficiará a todos los ciudadanos, independientemente de la papeleta que depositen en la urna, no encuentra justificación.

Lo mismo ocurrió en la proposición que abordaba el arreglo íntegro de la CH-2, una reivindicación que en los últimos días ha puesto sobre la mesa el Ayuntamiento de Almodóvar del Río para exigir a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) que el arreglo de esta carretera no se quede en la entidad local autónoma de Encinarejo, sino que llegue al término municipal cuco. El debate fue abierto por el grupo de IU, que gobierna en Almodóvar, pero se encontró de nuevo con el rechazo del PP en otro claro ejemplo de confrontación política ajena a los intereses de los ciudadanos. Así hay poco que hacer. Lo mejor, ya puestos, sería evitar a los ciudadanos el sopor de escuchar estos argumentos encasillados que, además, ahora se transmiten por internet en tiempo real en un esfuerzo que hay que reconocer por parte del cogobierno para que todos los cordobeses, desde los que viven cerca de la plaza de Colón hasta quienes residen en la aldea más remota de Priego, conozcan lo que ocurre en el Palacio de la Merced, aunque en determinadas ocasiones sería mejor permanecer a ciegas. Aunque dudo que el rifirrafe que han mantenido estos días Lorite y Ruiz a propósito de los fondos europeos o de la N-432, por momentos bochornoso, sea digno de quienes deben velar por el correcto funcionamiento de la institución. Hasta el robot Mercurio, convertido estos días en la estrella de la Feria de la Innovación Rural Fimart con su capacidad de diálogo y su mirada eléctrica, ha demostrado tener mayor capacidad de entendimiento con el interlocutor que la exhibida por los diputados provinciales.

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