El operativo que trabaja en el incendio forestal de Yeste (Albacete) perimetró casi en su totalidad la superficie del siniestro, que afectó a unas 1.400 hectáreas y estaba cerca de ser extiguido al cierre de esta edición. Según informó el Gobierno de Castilla-La Mancha, los trabajos en la zona permitieron que las llamas estén perimetradas casi en su totalidad, después de que ayer por la mañana el operativo consiguiera establecer una línea de defensa en un 67% de su perímetro.

Desde que se inició en la mañana del pasado jueves, los cálculos indican que el fuego ha afectado a unas 1.400 hectáreas de terreno, de las que unas 700 se encuentran dentro del parque natural del Calar del Río Mundo y la Sima, explicó el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, que añadió que toda la superficie del parque natural afectada es de pinar, ya que no se han quemado especies de alto valor ecológico que alberga este enclave natural de 19.192 hectáreas, situado entre las sierras de Alcaraz y Segura, en el suroeste de la provincia de Albacete.

Las temperaturas extremas y la humedad relativa baja, unidas a la topografía de la zona, dificultaron la labor de los profesionales del Servicio Operativo de Extinción de Incendios de Castilla-La Mancha (Infocam) y el resto de medios del Estado, Andalucía y Murcia que trabajaron de manera coordinada.

En Galicia, dos incendios forestales registrados en el municipio orensano de Monterrei arrasaron más de 220 hectáreas. El primero, que se inició a primera hora de la tarde, fue estabilizado ayer por la mañana, mientras el segundo, que empezó varias horas después en el mismo término, seguía activo tras quemar unas 150 hectáreas.

Por último, un incendio forestal declarado ayer al mediodía en Pino del Oro, en la parte zamorana del parque natural Arribes del Duero, mantuvo cortada al tráfico durante varias horas la carretera N-122, la principal vía de comunicación de la provincia con Portugal. El fuego, que llevaba más de ocho horas activo al cierre de esta edición, llevó a la Junta de Castilla y León a decretar el nivel dos de peligrosidad de incendios, en una escala de cero a tres, y a movilizar a 14 medios aéreos y numerosos efectivos de extinción. Las llamas obligaron a desviar la circulación de vehículos de la N-122 desde las 15:50.