Semana Santa

Marchas, saetas y las primeras flores

  • La agrupación musical Nuestro Padre Jesús de la Redención ofrece un concierto en la parroquia de San Fernando · La exaltación de la saeta de Capuchinos y la visita a los templos completan una jornada en la que casi nada se celebra

La jornada de ayer, Sábado de Pasión, es un día en el que la actividad cofrade, tras la intensidad del Viernes de Dolores, se paraliza momentáneamente, como si quisiera coger fuerzas para el Domingo de Ramos. No hay casi actos convocados, ni las hermandades realizan actividad alguna, salvo, como novedad, el concierto que ofreció la agrupación musical Nuestro Padre Jesús de la Redención en la parroquia de San Fernando al término de la misa de la tarde. Para calentar el ambiente del barrio, los músicos hicieron un pasacalles antes del recital en el que combinaron desde las marchas más clásicas de su repertorios hasta las incorporaciones de este año. La hermandad de la Estrella tuvo el detalle de dar un recuerdo a aquellos componentes que llevan 15 formando parte de una agrupación que es de las más prestigiosas de Andalucía.

saetas en capuchinos

La plaza de Capuchinos es desde hace 28 años el punto donde las saetas ponen a primeras horas de la noche el fondo sonoro a una Cuaresma que termina. Este acto, organizado por la Agrupación de Cofradías y que rinde homenaje a María Zamorano La Talegona, la imortal saetera cordobesa desaparecida hace ya dos décadas, y cuyo recuerdo sigue estremeciendo a muchos de los acuden cada año a la recogida del Esparraguero.

En esta ocasión, la exaltación corrió a cargo de Julio Sánchez Luque, quien estuvo acompañado de destacados saeteros y de la banda de cornetas y tambores Nuestra Señora de la Fuensanta, que puso la parte musical del acto.

visitas a los templos

Más allá de estos actos, a los cofrades no les quedó ayer más escapatoria que recorrer los templos, sobre todo aquéllos en los es más que probable encontrar los pasos prácticamente montados, como es el caso de los que realizan estación de penitencia hoy Domingo de Ramos.

En este discurrir de iglesia en iglesia, si alguien pasaba por la carrera oficial vería cómo se daban los últimos toques o cómo las sillas apiladas esperan que aparezca la primera procesión de este año.

Los templos más concurridos cada año en estas jornada son lo que comprenden el eje que nace en San Pablo, sigue en San Andrés y termina en San Lorenzo, de no ser porque este año sigue cerrada por las obras de reforma. Además, se da la circunstancia de que son iglesias en las que hay más de una de hermandad, por lo que no hay que perder mucho tiempo, y en unos minutos se mete uno entre pecho y espalda un buen puñado de pasos. A quien te cruces en la rampa de San Pablo lo volverás a saludarlo en el Realejo. Eso fijo.

En el templo fernandino de la calle Capitulares están los pasos habituales, los dos de la Expiración, más el de las Angustias que está montado desde la celebración que tuvo esta semana. Como ocurriera desde el pasado año, estas generosas naves acogen a los titulares de la hermandad del Calvario, en ese exilio que temporal que periódicamente marcan los andamios y las grúas.

En San Andrés se podían contemplar ayer dos pasos de misterio frente a dos pasos de palio. Las cofradías de la Esperanza y del Buen Suceso comparten sede canónica y ellas llenan, junto al buen puñado de devociones letíficas que conserva esta iglesia, la vida del barrio. Los de la Virgen que hiciera Juan Martínez Cerrillo estaban ayer orgullosos de la nueva candelería que lucirá esta tarde-noche su titular. Al lado, el misterio del Señor de las Penas no agotaba en sí las perspectivas que buscaba todo aquel que entraba en San Andrés provisto de una cámara fotográfica. La búsqueda de la expresión de las figuras secundarias fue el triunfo de quienes ayer hicieron esta ruta.

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