Si todo va según lo previsto, a finales del próximo año el Castillo de Belalcázar -conocido como el Castillo de Gahete o de Sotomayor- podrá ser visitable. La fortaleza, en estado ruinoso y que fue adquirida por la Junta en 2008, habrá recuperado para esa fecha parte de su esplendor, perdido por la condena del paso del tiempo y las escasas intervenciones de mejora a las que se ha visto sometido en los últimos siglos. Por fin se empieza a hacer carne el anuncio que realizó a finales del pasado mes de marzo la Consejería de Cultura de que invertiría en este año 1,3 millones de euros en el Bien de Interés Cultural (BIC) que data de la segunda mitad del siglo XV -financiados al 80% por los fondos europeos Feder dentro del Plan de Arquitectura Defensiva de Andalucía-. La Consejería acaba de licitar por ese montante económico unas obras que contemplan 23 actuaciones en el Castillo y en su entorno y ahora las empresas que quieran optar a las mismas tienen un plazo de 26 días para presentar sus ofertas. La que al final resulte adjudicataria tendrá, en principio, según recoge el pliego de licitación, 15 meses para ejecutar unas obras que se desarrollarán tanto en la fortaleza como en su recinto amurallado.

El proyecto contempla las actuaciones arquitectónicas propias para evitar que el Castillo siga cayéndose y el recinto degradándose, como son, entre otras, las propias de consolidación de juntas en sus piedras -con reposición de mortero y cal- y las relativas a tapar los huecos que se han ido abriendo en todo el monumento. Y va aún más allá, dado que el objetivo de estas obras es la puesta en valor del Castillo y su entorno para una "eficaz visita y conocimiento del patrimonio".

Por ello se realizarán actuaciones con el fin de la "recuperación del acceso integral y puesta en valor de la Torre del Homenaje, desde el patio de armas hasta el terrado mediante la restauración puntual de los niveles que hay en la misma". El proyecto también contempla la restauración de la pavimentación del nivel de acceso a la misma, la ejecución de pasos provisionales en cada uno de los niveles de la torre, que permitan el paso o conexión entre escaleras de acceso de caracol dispuestas en cada planta con los elementos de seguridad necesarios", así como la protección de huecos en todas las plantas de la Torre del Homenaje tanto por motivos de seguridad (huecos aljibes, balcones y huecos de acceso) como de protección frente a las aves. En definitiva, las actuaciones de restauración también están pensadas para que los visitantes puedan acceder a esa Torre del Homenaje, que es la más alta de la Península.

El proyecto también contempla la eliminación de la edificación existente delante del Castillo, una pequeña casa que era la residencia del vigilante del mismo, considerada como "elemento distorsionador y ajeno al patrimonio", y la construcción en su lugar de un centro de recepción de visitantes. Así como incluye la restauración del camino de acceso con "la eliminación de los muros derruidos y la recuperación de la totalidad de su pavimento". Y finalmente, el proyecto contempla el acopio y la proyección de elementos arquitectónicos procedentes de derrumbes para su posterior reposición en la puesta en valor del monumento.

El alcalde de la localidad, Francisco Luis Fernández (PSOE), ya apuntó al respecto que "la rehabilitación del Castillo va a suponer un impulso económico no sólo para Belalcázar , sino para toda la comarca de Los Pedroches y va favorecer a la hostelería y la restauración". La fortaleza, de hecho, es uno de los elementos arquitectónicos más representativos de todo el Norte de la provincia. Declarado BIC con la tipología de Monumento en 2009, el Castillo de Belalcázar data del siglo XV y fue adquirido por la Junta de Andalucía en el año 2008 por 1.894.000 euros y desde entonces se han invertido más de 200.000 euros en actuaciones que van desde el desbroce y la limpieza del recinto hasta proyectos de investigación, pasando por obras de consolidación o cerramiento exterior.

Como paso previo a la realización de este proyecto, la Consejería de Cultura ha realizado un estudio sobre la situación del conjunto para conocer con detalle sus necesidades y posibilidades de cara a su recuperación y puesta en valor para la ciudadanía. El monumento constituye un referente de la arquitectura defensiva del siglo XV en la Península; responde a la tipología clásica de estas edificaciones de la Baja Edad Media castellana, de planta generalmente regular y donde de destaca una gran torre, que, con una altura de 47 metros, se considera la más alta de España.