Desde su nacimiento, el tren de alta velocidad español ha roto la costumbre de un país habituado al "vuelva usted mañana" y a llegar tarde a las citas de cualquier índole. Desde hace 15 años, el AVE ha convertido a España en un país puntual, como cualquier otro de Europa. La apuesta de Renfe para que los trenes de alta velocidad llegaran a su hora ha salido insospechadamente bien. Le van los dineros en ello. Desde hace una década, la compañía ferroviaria devuelve el importe íntegro de los billetes a los pasajeros de aquellos trenes que llegan a sus destinos con un retraso superior a cinco minutos sobre la hora prevista. Ahora, este compromiso se trasladará también a los trenes AVE que discurrirán entre Córdoba y Málaga, aunque de una forma un poco más permisiva al principio.

A partir de este mismo fin de semana, el compromiso transitorio de puntualidad de Renfe establece que se devolverá el 50 por ciento del coste de los billetes de aquellos trenes que se retrasen entre 15 minutos y media hora. A partir de la media hora, la compañía ferroviaria se compromete a devolver el importe íntegro de los tickets. Eso sí, en ambos casos siempre que el motivo del atraso sea achacable a Renfe. La Ley del Sector Ferroviario obliga a la compañía operadora a devolver el importe íntegro de los billetes de los trenes de alta velocidad y larga distancia siempre que el retraso sea superior a una hora, por lo que Renfe apuntó que su compromiso es mejor que la legislación.

Renfe asegura que en estos primeros meses, la garantía de puntualidad no puede ser total porque se tienen que ajustar los horarios, los plazos y el resto de los detalles del nuevo recorrido. Cuando la compañía tenga la garantía de que puede ofrecer a sus clientes un producto consolidado ofrecerá la devolución del billete íntegro a partir de los cinco minutos de retraso.

De momento, la apuesta le está saliendo tan bien a Renfe que ha llegado a conseguir que el 99,7 por ciento de los trenes de alta velocidad que viajaron el año pasado entre Madrid, Córdoba y Sevilla llegaron a su hora. En total, la línea soportó el tránsito de 14.044 trenes de alta velocidad. Sólo 56 llegaron a tiempo. Hoy día, es casi imposible conocer a alguien que haya viajado en uno que se haya retrasado. Por suerte o por desgracia, es mejor no hacerse ilusiones.